El técnico del Sevilla FC, Unai Emery, está viviendo un arranque de temporada complicado. El vasco no da con la tecla con su nuevo plantel, y los resultados positivos están tardando en llegar. Sólo dos victorias en nueve partidos disputados son un bagaje preocupante, que a su vez está desenterrando las críticas que el preparador recibiese hace ya dos temporadas, cuando de la misma forma comenzó el curso de forma irregular. Sin embargo, estas dudas suscitadas en torno a Emery no descentran al protagonista. Asi lo ha confirmado en sala de prensa:
"Yo vivo con lo que tengo que hacer, con mi trabajo, con recuperar las sensaciones que queremos. No con dar con la tecla, sino con el acierto en el trabajo. No tengo tiempo y me equivocaría si estoy pensando cuando las cosas van bien, qué se dice de mí, y viceversa. Hay que encontrar las soluciones tanto cuando van bien como mal. Y esa es mi energía, y los que están cerca de mí se adaptan a eso. El Sevilla es un club grande rodeado de muchas opiniones diferentes, y eso es bueno. Por eso hemos salido adelante en momentos complicados".
En lugar de bajar los bazos, Emery se muestra ambicioso de cara al futuro esta temporada. "Yo como entrenador pienso en positivo y sobre todo en qué hacer en cada momento. Estar muy centrado en el partido de mañana ocupa todo mi pensamiento y mis horas previas al partido. No me distraigo en situaciones externas al trabajo o en situaciones que a uno le hagan no poner toda su energía en el partido. En mi cabeza no entra otra cosa más que preparar el partido y trabajar con sus jugadores. Los futbolistas transmiten en el día a día que quieren y que los jugadores tengan acierto. Son los pasos que estamos trabajando e ideando en el cuerpo técnico y en el equipo", comunicó.
Así las cosas, tras caer ante la Juventus, el técnico del Sevilla reunió a los futbolistas para transmitir un mensaje de unión. Aunque para el vasco, tampoco fue una charla muy diferente a la habitual: "La práctica habitual de esas conversaciones con el grupo son prácticamente diarias, dentro o fuera. Más allá del análisis del partido, muy escueto, nos centramos en el Barcelona. Yo no me aplico en reproches normalmente, yo me aplico en soluciones. Buscamos las cosas a mejorar, trabajar sobre lo individual y lo colectivo en las cosas positivas, en las cosas a mejorar. Suele ocurrir en la línea de mis experiencias con los jugadores en el trabajo, lo que hacemos en esas charlas es ir hacia adelante".
Por último, sobre el enfado de Monchi tras la última derrota, comentó que "cuando perdemos, todos venimos con mala cara. En los dos años y medio que llevo aquí, cuando hemos perdido todos hemos estado con la cabeza baja. Eso dice el sentir de cada uno. En dos años y medio, él como sevillista las derrotas le duelen. Los jugadores y nosotros hablamos mucho. Hablamos sobre cómo queríamos que fuera el partido. Pero creo que las manifestaciones que hacen ellos, como los pude escuchar ayer, son todas en la misma dirección. Nos hicimos fuertes en defensa ante la Juventus, pero tuvimos que mejorar creciendo hacia adelante. Las estadísticas dicen que llegamos menos de lo que queríamos ante el equipo rival. Fuera de casa también bajamos en ataque, pero sabemos que tenemos que recuperar esas llegadas. Por experiencia, sabemos lo que queremos y lo que necesitamos".