El Sevilla FC y su director deportivo, Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi', afrontaban el pasado mercado de verano de forma ambiciosa con el objetivo de conformar un plantel que luchase y disfrutase en la Champions League. El equipo venía de ganar dos veces la Europa League, lo que motivaba a ascender un peldaño más en las miras del club. La secretaría técnica firmó a Adil Rami para que compitiese con Carriço, Pareja (cuando se recuperase) y con Kolo. La idea inicial era que entre los cuatro conformasen una zaga de garantías. El portugués se lesionó el 31 de agosto, y a última hora llegó Andreolli para cubrir momentáneamente su baja. Sin embargo, tampoco el italiano podrá garantizar el equilibrio defensivo tras romperse el Tendón de Aquiles.
Una plaga en toda regla, que comenzó ya la pasada temporada en San Petersburgo a finales de abril. El líder de la retaguardia del Sevilla, Nico Pareja, sufría una rotura del ligamento cruzado anterior y un esguince de grado 2 del ligamento lateral externo de la rodilla derecha frente al Zenit. Tras operarse, los médicos del club estimaron que su vuelta se retrasaría entre seis y siete meses. No obstante, ya alcanzada la segunda de las fechas apuntadas, aún se antoja arriesgado predecir cuándo podrá volver a enfundarse la elástica blanquirroja el argentino. Las últimas informaciones incluso retrasan su puesta a punto hasta el mes de febrero de 2016, pues su recuperación va más lenta de lo previsto.
Su inseparable compañero en la zaga, Daniel Carriço, tampoco ha podido ayudar al equipo esta temporada. Ni siquiera en la Supercopa de Europa del pasado mes de agosto frente al Barcelona en Tbilisi. El 5 de agosto, se confirmaba su rotura grado I recto anterior derecho, que le tendría fuera de juego durante tres semanas. Una vez superado ese tiempo y recuperarse, volvería a lesionarse frente al Atlético de Madrid. En esta ocasión, con una rotura parcial de semitendinoso derecho, que aumentaría el periodo de baja a 2 meses. Pero tampoco dejaría atrás sus molestias en el tiempo previsto, pues unas dificultades en la puesta a punto han retrasado su vuelta entre dos o tres semanas más.
Adil Rami, que llegó para liderar la zaga ocupando el hueco que dejaba vacante Pareja, no ha podido jugar con continuidad hasta este mes de noviembre. El galo comenzó con mal pie en Nervión, viéndose afectado por una salmonelosis. El central forzó para estar frente al Barcelona en la final europea, pero su rendimiento se vio muy condicionado por las secuelas del virus. Para colmo, el 8 de septiembre sufría una rotura del abductor mayor izquierdo, lo que le tendría K.O. 6 semanas más.
Esta salmonelosis también contagió a Kolo, que fue el futbolista más perjudicado. El ex del Niza perdió hasta seis kilos, y no pudo recuperarse al cien por cien hasta finales de septiembre. Su versión de momento se aleja en exceso de la que mostró a finales del curso pasado, cuando hizo olvidar la sensación de inseguridad que transmitía a comienzos del campeonato. Junto a Rami, es el único central sano del plantel.
Para cubrir la segunda lesión de Carriço, el propio 31 de agosto, Monchi tiró de agenda para firmar a Marco Andreolli, central con experiencia en el Inter de Milán, y que llegaría cedido al Sánchez Pizjuán. Un 'parche' para suplir tanta lesión, que dio sus frutos desde el minuto uno. No obstante, no es éste el año de los centrales en Nervión. Contra la Real Sociedad se rompía el tendón de Aquiles de su pie izquierdo, lo cual supone un tiempo de recuperación de entre seis y ocho meses. En total, siete lesiones en el centro de la zaga (contando la de Pareja) que tienen en vilo al sevillismo y a Unai Emery. Esta cantidad de ausencias ha lastrado al cuadro hispalense en cuanto a contundencia atrás se refiere, motivo que ha influido considerablemente en que apenas sumen 15 puntos en el inicio liguero. Ahora, Monchi tiene la posibilidad de fichar un central antes del 1 de enero, fecha de apertura del mercado invernal, para cubrir la ausencia del zaguero italiano. El acierto en la elección se antoja vital, pues conforme aumentan las jornadas, los puestos altos se alejan progresivamente.