Es Noticia
Sevilla FC
1-2
Athletic Club

No hay quien hunda al campeón

Los jugadores del Sevilla celebran el pase a semifinales. (FOTO: Kiko Hurtado)
Basilio García


El Jueves de Feria permanece en la memoria sevillista como una jornada de gloria. Pero nunca ha sido fácil celebrar manzanilla en mano una noche mágica europea del Sevilla FC. En aquel de hace diez años donde se forjó la leyenda, se sufrió de lo lindo hasta que Puerta acabó con ello con un zapatazo único. En Pamplona se perdió y en San Petersburgo Kevin Gameiro dio el pase con un gol in extremis después de dos errores flagrantes del portero. La historia se repite.
En el de 2016, el Sevilla marcó con una muesca más su revolver en la Europa League. No jugaron bien los de Emery, se vieron superados en varios periodos por el empuje de un Athletic que vino a por todas a Nervión. Dos errores de David Soria dieron vida a los bilbaínos. Pero nadie ni nada puede con el campeón, que jugará su quinta semifinal de la competición, tercera consecutiva, y le sigue brillando la estrella de dominador. Este jueves, como en Turín hace dos años, fue un Gameiro casi lesionado el que hizo el gol de la victoria. Este jueves, como uno de hace dos años, un canterano bético tiró un lamentable penalti que dio alas al Sevilla. La historia está escrita, y en la Europa League siempre decanta su balanza a favor de los que visten de blanco con vivos rojos y medias negras.
Emery y Valverde saltaron al césped con lo esperado. La baja de Banega la cubrió el de Fuenterrabía con Iborra –que ejerció de capitán- y en su clásica rotación de lateral derecho le tocó esta vez a Mariano, que se desfondó y tuvo que dejar su puesto a Coke en la prórroga. Mientras, el ‘txingurri’ introdujo en el once a Raúl García por detrás de Aduriz como mandan los cánones en Bilbao esta temporada. Sin Iñaki Williams, la velocidad en el ataque rojiblanco era cosa de Lekue, la gran novedad en detrimento de Muniain.
Desde que el bombo emparejara a Athletic y Sevilla estaba claro que la seña de identidad de la eliminatoria iba a ser la intensidad. Así fue en San Mamés y la historia se repitió en Nervión. Vasco y andaluz son dos equipos que no conceden un respiro porque, simplemente, no son capaces de pararse a tomar aliento hasta que el árbitro decreta el final. Por ello la primera mitad fue trepidante, sin excesivo fútbol elaborado pero con opciones en ambas áreas. Más en la de Iago Herrerín, pues el Sevilla tomó pronto el papel que le corresponde al local, y al campeón.
Al inicio los dos equipos se repartieron dos ocasiones claras. A los cinco minutos Aduriz se encargó de avisar con un tiro escorado que se fue al palo gracias a la intervención de Kolo. Cuatro minutos después Rami dejó el casillero de ocasiones claras en empate, al enviar arriba un centro medido de Krohn-Dehli que remató con la zurda en el área. El guion de la primera parte tuvo un denominador común: los locales buscaban la portería contraria con un juego más elaborado, mientras que los visitantes tiraban de ADN y de balones aéreos ante un David Soria que no parecía tan seguro por alto como en otros partidos, algo que se encargó de demostrar en el segundo acto.
Al descanso llegó el sevillismo quitándose el susto por un error de Kolo que dejó chutar a Raúl García, aunque ese fallo no empaña la labor del defensor galo, que cada partido crece un poco más y tiene pinta de romper en gran central. Los equipos se marchaban a vestuarios con la sensación de que volverían al verde con la parte del arsenal que se habían dejado en el vestuario. Y así fue.
La historia del inicio de la segunda parte fue como la de hace una semana en San Mamés, pero retardado unos minutos y con algunos papeles cambiados. El primero que buscó el gol fue el Sevilla con una ocasión clarísima de Iborra que detuvo Herrerín con un paradón. Los de Emery comenzaron mejor la segunda parte, pero le cayó un jarro de agua fría cuando el 56’ Aduriz chutó duro abajo y Soria se la tragó.
El temor en Nervión duró dos minutos, el tiempo que tardó Vitolo en conducir magistralmente un contragolpe desde su propio campo, abrírsela a Krychowiak y que el polaco se la pusiera en banda al de siempre, un Kevin Gameiro que igualaba con ese gol su mejor marca goleadora como profesional. El campeón demostraba, una vez más, que hundirle es tarea de gigantes.
Como al Sevilla todo le sale bien en la competición, cuando el partido estaba más caliente el coco vestido de rojiblanco, Aduriz, se rompió y tuvo que dejar su sitio a Borja Viguera. La baja del ariete parecía haber sumido en depresión al Athletic, como los espartanos ante la muerte de Leónidas, pero a los vascos nunca se les puede dar por muertos. Tuvieron Gameiro, éste por dos veces, y N’Zonzi opciones para sentenciar, pero en un zarpazo los leones demostraron que estaban presentes. Beñat puso un centro medido, Soria se quedó a media salida y Raúl García empató la eliminatoria para desazón de los casi 40.000 sevillistas que se dieron cita en Nervión y regocijo de los 2.000 vascos presentes.
El gol no entraba en los planes de nadie y el Sevilla se acongojó. Quedaban doce minutos y el plan improvisado era evitar que el Athletic hiciera el gol definitivo que apeara el campeón. Mejor jugársela en la prórroga pese a que ésta siempre favorece al visitante por el valor doble de los goles fuera de casa.
Ocho años después, el Sánchez-Pizjuán vivía una prórroga en competición europea. Pese a los 180’ ya disputados, no cambió el esquema de la eliminatoria. A un sopapo le seguía un bofetón, a una riña una pelea, a una ocasión otra. En la primera mitad del tiempo extra el Sevilla ganó a los puntos, aunque antes tuvo que aguantar la respiración cuando una vaselina de Susaeta se marchó besando el palo. Cuatro minutos después los locales lamentaron un palo tras un mal despeje de Iturraspe y, acto seguido, que San José sacara en la línea una chilena del recién ingresado Coke que había superado a Herrerín. Antes del descanso Konoplyanka se sacó de la manga un tiro envenenado al que respondió bien el meta zurigorri. La segunda mitad fue todo lo contrario, los dos equipos entendían que el objetivo era no encajar y el Sevilla especialmente ya había agotado casi toda la reserva en su depósito de gasolina. Fruto de ello se rompió Gameiro en casi la única llegada medio clara que hubo en los últimos quince minutos de juego.
Pero el francés, ejemplo único de superación y compromiso, recuperó su pierna a lo justo para convertir el penalti de la victoria. En los nueve anteriores hubo ocho ejemplos de cómo tirarlos y un petardazo. Su autor fue Beñat, canterano del Betis y uno de los mejores del encuentro. Pero la historia de la Europa League es todo lo caprichosa que sea necesario para saber que sin el Sevilla es menos Europa League. Dos escalones más y Basilea.

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  1. TONGO

    hola soy TONGO otra vez igual el arbitro casero le dio el partido al servilleta ,otra vez le he pegado a mi mujer y mi hijo por culpa del servillieta,ya no volvere a verlo mas por la tv..siempre son los mismo y ayer en la feria me escondi en la calle del infierno por que vehia muchas camisetas del servilletas. no tenia dinero para ebujito y me fui a la pamera a ver si vehia a macias irse y de camino pedirle 5 euros para un rebujito.

  2. TONGO

    Nadie habla del gol de falleiro en claro fuera de juego y agresiones servilletas que eran roja clara. Pero tristes son los servilletas celebrando que un equipo normalito de media tabla casi os elimina del trofeillo del paraguero. Ahora os cogerá el liverpol o villareal os dejaran en bolas jajajajajaja. vamos liverpol, vamos villarela........a mandar a las viejas servilletas al asilo ajajajajajaja

  3. Alberto

    Beñat NO es canterano del Betis. Jugó en el Athletic y después fue al Betis. Canterano de Lezama.

  4. Miguel

    Impresionante y vergonzoso leer el desmarque vizcaya y el desmarque Sevilla, como alli ensalzan a su equipo inventan agresiones falsean la verdad omitiendo entradones vcomo el de De Marcos a la rodilla de kono, o la que también hubiese sido la 2 roja por entrada a gameiro fuera del area, y encima llaman caserisimo al arbitro . Pero claro esto es Sevilla y aqui estila mucho mas cebarse cuando falla que apoyar como hacen en valencia bilbao malaga...etc.