Es Noticia
Sevilla FC
2-0
Real Betis

Monopolio blanco y rojo

Gameiro, goleador ante el Betis, saluda tras marcar.
Álvaro Ramírez

Los derbis han entrado en una fase monocolor. Se han convertido en duelos en los que la superioridad es tan patente y evidente que empieza a ser sorpresa que el Betis pueda competirle al Sevilla. Y si lo hace, que lo haga de forma tan notable como para discutirle un partido. Este domingo, el derbi volvió a ser del Sevilla. Un Sevilla a ralentí, un Sevilla sin demasiada chispa, un Sevilla hasta discreto en fases del encuentro, pero que incluso así es mucho más que un Betis limitado, pobre y que desgraciadamente para su hinchada no está para discutirle el dominio futbolístico de la ciudad a su vecino desde hace tiempo. Ya no es cuestión de orgullo, de bemoles o de espíritu, que en este caso por parte bética fue decente (solo decente), es cuestión de fútbol, de futbolistas, de entrenador. Y claro, con esa diferencia el Sevilla se lleva los derbis casi por inercia. Como se llevó el de este domingo, que permite reinar y monopolizar en estos duelos de forma casi absoluta. En cuatro partidos de máxima rivalidad esta campaña, tres victorias y un empate, ocho goles a favor y ni uno solo en contra. El derbi es blanco y rojo.
Al Betis el derbi le debe servir para espabilar, para que sus dirigentes reaccionen de una vez. Se lo deben a los suyos El derbi le sirve además al Sevilla para hincharse de moral ante la semifinal del jueves y reencontrarse con el triunfo tras cinco jornadas, y de paso casi certificar su presencia en Europa la próxima campaña. Al Betis el derbi le debe servir para espabilar. No tanto al equipo, ni por supuesto la afición, que sigue sufriendo la incapacidad de sus rectores, debe servirle a los dirigentes verdiblancos para espolear, para reaccionar e intentar debatir al menos esta supremacía sevillista. Se lo deben a los suyos y casi que se lo deben a la propia rivalidad.
El Betis empezó mejor, más intenso, presionando arriba y teniendo la pelota. Con esa actitud valiente de inicio le bastó para anular uno de sus grandes males en varios de los últimos precedentes de derbis, un gol tempranero que pusiera cuesta arriba el encuentro. No hubo despistes, no hubo errores, incluso Musonda y Joaquín llegaron a intranquilizar a la zaga sevillista en alguna ocasión. Esa buena salida verdiblanca provocó que el Sevilla prácticamente no se enterara del partido en los primeros 15 minutos. A Banega, Konoplyanka, N'Zonzi... les costó zafarse de la presión de la medular bética para entrar en contacto con la pelota, y eso, unido a que Carriço no tiene la misma salida de pelota aseada que Rami, metió al Sevilla en ciertos atascos con la pelota cuando el conjunto de Merino esperaba. Siempre había alguna solución en largo con Gameiro, que fue de los pocos que con velocidad y toques rápidos desarboló la zaga verdiblanca en esos momentos, pero las ideas costaba plasmarlas en el terreno de juego. Y el tiempo, con calor, tampoco ayudaba a esa chispa de velocidad que le faltaba al Sevilla y que agradecía el Betis.
El Betis salió bien los primeros 15 minutos, pero conforme avanzaba el partido el Sevilla fue sintiéndose más y más cómodo, y terminó decantando el partido casi por inercia Poco a poco, eso sí, casi por inercia, y porque al final el conjunto nervionense cuenta con más jugadores capaces de mantener la pelota y buscar buenas soluciones con ellas, el Sevilla se fue imponiendo, empezó a jugar en campo rival y el Betis empezó a echarse atrás. Seguía bien puesto sobre el terreno de juego, pocas veces perdía un duelo individual, aunque tampoco los ganase en ataque, y en resumidas cuentas no daba facilidades al eterno rival. Eso, claro, a costa de desaparecer prácticamente el resto de la primera parte en ataque, porque las ayudas de Musonda, Joaquín o Ceballos llegaban tan atrás que luego era difícil salir a la contra.
En esa pelea del Sevilla de buscar espacios y el Betis de no concederlos, sí que tuvo el equipo local las mejores ocasiones hasta ese momento. Un remate alto de Mariano tras gran jugada de Gameiro, otro raso de Konoplyanka en un córner u otro alto de Krychowiak. El caso es que, poco a poco, los de Emery se iban imponiendo en el control del partido, aunque sin demasiada claridad. El Betis se mantenía de forma muy correcta, muy digna, y hacía lo que tenía que hacer, aunque sin mirar a la portería contraria.
El paso por vestuarios no es que alterara demasiado la fisonomía del encuentro. Si hubo charlas, no surtieron demasiado efecto. Si acaso, como leve variación, un tímido paso adelante verdiblanco, que al menos le permitió enlazar algunas posesiones en campo contrario y hasta tener una ocasión, de Westermann tras una segunda jugada y un rechace. Pero lo cierto es que, sin brillantez y sin un juego excelso, el conjunto sevillista seguía llevando el peso del partido con cierta comodidad. Sobre todo porque en defensa el Betis le exigía poco. El más agresivo del encuentro en clave bética parecía ser Petros, porque la chispa de Musonda la hizo desaparecer Merino sustituyéndolo, la de Ceballos se esfumó como su físico, y los destellos de Joaquín hacía tiempo que no alumbraban.

Gameiro y Coke resuelven el partido

Y aunque el Sevilla no estaba en modo súper, también es cierto que seguía llevando la batuta del encuentro, como lo es que un conjunto como el de Emery tiene argumentos para tumbar rivales sin apabullarlos. Le bastó una contra, una salida en falso del Betis, para que entre Banega, N'Zonzi y Gameiro decantaran el partido. Con cierta fortuna en el rechace de Pezzella, pero también con los metros que sacó Gameiro para llegar a rematar ante Adán solo, sin oposición y con total comodidad. 
Ese 1-0 tumbaba el encuentro no ya por la ventaja del Sevilla, que también, sino porque el Betis ni demostraba ni apuntaba ni daba una sola pista de que pudiera hacerle daño al conjunto blanquirrojo. Además, el tanto del francés, lejos de espolear al equipo bético, pareció dar alas y piernas a los locales, que de hecho acentuaron su control y superioridad en los minutos restantes. De hecho, antes de que llegara el segundo gol del Sevilla, golazo de Coke, ya habían disfrutado los de Emery de otras claras ocasiones, un gol anulado a Krychowiak y otra clara ocasión propiciada precisamente por el madrileño, que aprovechó bien los minutos que le brindó Emery por Reyes.
Los últimos minutos no alteraron demasiado el encuentro. Algunos intentos béticos más inocentones que otra cosa, fiesta en el Sánchez Pizjuán para disfrute de los sevillistas y un derbi más que se lleva al bolsillo cómodamente el conjunto nervionense.

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  1. TONGO

    hola ,los servilletas nos gano justamente,le he pegado otra vez a mi hija mi mujer y mi suegra ya no soy betico ahora me cambio al sevilla asi que viva el servilleta,odio a los beticuchos,me quiero mori

  2. eladio

    PIEL ROJA.. emeri es malo de por si,ojala se marche en verano..

  3. unomas

    la. verda.que el sevilla.full.betis off

  4. Invitado

    Si emery sigue siendo malo gane o pierda

  5. piel roja

    Ahora ke ganamos emery es malo ? JAJAJAJAJA superioridad total en ocasiones 10 remates a puerta del sevilla 0 remates a puerta del beti JAJAJAJAJA osea entre los tres palos . Adonde andan los critikones ,JAJAJAJAJA enga ya este año otro titulo huele a titulo o hasta dos o tres ,en fin el derbi se disputó hasta ke le duro la gasolina del beti 20 min lo demás ocasiones para el sevillafc y eabpa casita calentito . Hasta Adán a dixo ke hoy por hoy estáis un escalón por debajo en todo ke lucharan por estar el año ke viene mas arriba y compitiendo pero ke desde hacebya unos año el domino es absoluto ,como dice el articulo domino blanco y rojo, rojo fuerte .