Es Noticia
Sevilla FC
1-4
Granada CF

Este Sevilla no es de esta Liga

Los jugadores del Sevilla sacan de centro tras un gol del Granada.
Álvaro Ramírez

El Sevilla va cerrando su temporada liguera con más pena que gloria y este domingo ha caído ante el Granada, que se jugaba, y consiguió, la permanencia. Hace tiempo, incluso antes de que se asegurara matemáticamente Europa, que el conjunto nervionense ya no pinta nada en esta Liga. Todo lo que tiene que pintar, lo que tiene que jugarse, lo ha dejado ni más ni menos que para sus dos finales, en Basilea y en Madrid. Mientras tanto, Emery utiliza los partidos ligueros para probar canteranos, para dar descanso a los más castigados y para probar y poco más. Quizás este último partido, como el del Espanyol, como probablemente ante el Athletic, es reflejo de lo que es la temporada, de un Sevilla que no está hecho para esta Liga, está hecho para las finales, y de esas solo hay en la Copa y en la Europa League. 
El Sevilla arrancó con cierto interés en el partido, incluso con cierta alegría. Los primeros 10 minutos, casi llevados sin complejos y con protagonismo por Konoplyanka, Curro y Juan Muñoz sobre todo, si no fueron muy buenos, sí que fueron bastante correctos, con acciones destacables incluso del ucraniano o del juvenil, que por lo menos dejaron detalles de calidad. De hecho, ese arranque de partido dejó ya algunas claras oportunidades para el Sevilla, casi todas protagonizadas y marradas por Juan Muñoz, sobre todo una en la que emborronó su buen movimiento al espacio en el pase de Konoplyanka con una mala definición. Tuvo alguna más clara el delantero canterano, que sigue sin ver puerta en estos partidos que le está brindando Unai Emery.
El conjunto de Unai Emery no es que se dejara ir, pero ni mucho menos imprimía al partido el ritmo que acostumbra en el Ramón Sánchez Pizjuán. Cumplía el expediente y poco más, y de vez en cuando alguna acción en ataque provocaba el desequilibrio. 
El Granada, pese a todo, tampoco subía las revoluciones del partido, que se encontraba en una calma tensa que ni acababa de ser calma ni tampoco tensa. El Granada no se podía relajar ni el Sevilla parecía querer tensarse más de lo debido. Por eso el partido se fue apagando, con algunas ocasiones puntuales de cada partido, provocadas por la relajación extrema en el equipo local y por los movimientos erráticos en el granadino.
Curiosamente, del que pudo ser el primer gol sevillista en otra llegada peligrosa de los de Emery, nació el primer tanto del Granada, al filo del descanso, en una contra en el que el retorno defensivo del Sevilla, ya al filo del descanso, facilitó bastante la incorporación de los granadinos, tanto para que El Arabi metiera la pelota al área como para que Cuenca marcar a placer mientras los sevillistas reclamaban de forma injustificada fuera de juego.
El Sevilla salió con algo más de fe en la segunda mitad. De hecho, Konoplyanka pudo marcar tras una buena acción de Curro y contabilizó varias aproximaciones al área del Granada por medio de Diogo, Escudero o el mismo jugador ucraniano. Con todo, no estaba especialmente preciso el Sevilla, ni preciso ni efectivo, sobre todo porque en ataque Llorente anduvo desaparecido y Juan Muñoz fallón. O sea, poca pólvora en la delantera sin Gameir. Nada nuevo bajo el sol, o bajo la lluvia, que caía con intensidad y obligaba a los sevillistas a resguardarse, abandonar la grada y enfriar aún más el ambiente del partido.
Tiró Emery de cambios, entró Carlos Fernández por un pitado Llorente y Diego González, debutando en la Liga, por el errático Juan Muñoz. Y cosas del destino, lo que el delantero no hizo en todo el partido, lo hizo el defensor canterano a la primera de cambio, y con mucha elegancia y calidad, pues de un taconazo en un remate mordido de Escudero fabricó el empate.
Ese 1-1 denotaba que el Sevilla estaba más metido en el partido que en la primera parte, pero a su vez lo que hizo fue meter en el partido al Granada, que se había acomodado bastante y había dejado ir el duelo y metiendo al Sevilla en el mismo. No tuvo más que estar atento para aprovechar la relajación sevillista, sobre todo en defensa, donde las líneas ni estaban ajustadas ni a los balones divididos se acudía con tensión. El resultado fue que en un fallo de marca decantara el resultado Babin y a partir de ahí el partido ya se rompió y murió. Luego El Arabi marcó de penalti (Diogo, cómo no) e Isaac Cuenca remató su gran actuación aprovechando otro fallo de concentración en la zaga.
El Sevilla ya se había ido del partido, como ya se había ido de esta Liga hace tiempo. Porque este Sevilla para mal y para bien, no es de esta Liga. Está hecho para otros objetivos, bonitos, preciosos que quedan por delante. Mientras tanto, la Liga es apenas un obstáculo, una prueba y un ensayo para que los jóvenes tengan minutos y para que los menos habituales den descanso a los titulares, que esos sí se jugarán la temporada en las dos finales de dentro de apenas ocho días. Ahí esta la temporada de este Sevilla, no en esta Liga que se agota sin más pena que gloria.

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  1. TONGO

    es aqui donde entra uno a reirse de los servilletas y luego se va? JAJAJAJAJAJA os golea un equipo casi en segunda con la punta del ..................... JAJAJAJAJAJA. haciendo el ridiculo una jornada tras otra JAJAJAJAJAJAJA que bien me lo paso con las servilletas en liga JAJAJAJAJA los trofeillos de verano y de segunda no vale