La batalla de los himnos

Liverpool y Sevilla FC no sólo se enfrentarán en la hierba de St. Jakob Park. Las gradas compartirán color: el rojiblanco, pero las gargantas de los hinchas entonarán melodías cinceladas con la emotividad que sugiere toda una final de Europa League. El 'Nunca caminarás solo' característico de la ciudad de Los Beatles pugnará por la acústica de Basilea con el himno del centenario sevillista, obra de El Arrebato.

Más de 26.000 gargantas aguardan con impaciencia la salida de sus jugadores. Jonas Eriksson contemplará el escenario en la que dos aficiones buscarán llorar, pero de alegría. Esas lágrimas que se deslizan por el rostro sonriente de quien observa inmóvil el proceso de convertir una efímera porción de tiempo en eternidad.
Ingleses y sevillistas acumulan en sus espaldas el dulce peso de una parroquia fiel, leal y ruidosa. Anfield Road y el Ramón Sánchez Pizjuán son testigos cada fin de semana de un desfile sonoro de melodías alentadores que insuflan de magia este viejo deporte llamado fútbol.
El You'll never walk alone retumba con estruendo en el templo 'red'. Compuesta por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein para el musical Carousel en 1945, la sintonía es tarareada para despedir a uno de los personajes que decide acabar con su vida tras verse acorralado por la policía en un infructuoso intento de atraco.
El musical fue todo un éxito y el 'Nunca caminarás solo' fue versionado por autores tan célebres como Frank Sinatra, Elvis Presley o Johny Cash. El grupo Gerry & The Pacemakers, natural del Liverpool, adaptó la letra a principios de los sesenta y desde entonces se convirtió en toda una referencia para la escuadra del Merseyside.
Unos 2552 kilómetros separan Liverpool de Sevilla. Corría el año 2005. La entidad de Nervión se preparaba para abrocharse el cinturón que le llevaría de paseo hacia al éxito. El trabajo realizado en todos los departamentos daba su fruto. El centenario del Sevilla FC arrancaba con una gala celebrada en el ardor de una noche veraniega de la caduca Hispalis. Javier Labandón, más conocido como El Arrebato, se arrimaba con "ilusión desbordante", -según el propio cantautor-, al micrófono. De sus cuerdas vocales volaban frases cargadas de sentimentalismo, que rápidamente conquistaron los oídos de los sevillistas.
'Ejemplo de sevillanía, familia roja y blanca del Sánchez Pizjuán. Mi corazón que late gritando ¡Sevilla!, llevándolo en volandas por siempre a ganar…' transmite uno de los versos de la canción que contagia de vitalidad el corazón de los aficionados nervionenses.
Coreado al unísono en los prolegómenos de los encuentros, el himno nervionense pone en tesitura a los rivales al pisar la pradera del Sánchez Pizjuán. Considerado el himno referencia de los últimos años en nuestro país, acompaña a la entidad presidida por José Castro en sus continuas excursiones por el Viejo Continente. En Suiza rivalizará con las estrofas del You'll never walk alone.
'Camina, camina, con esperanza en tu corazón, y nunca caminarás solo' cantará un sector de St Jakob Park. Enfrente, el viento arrastrará el ya archiconocido 'Y Sevilla, Sevilla, Sevilla, aquí estamos contigo, Sevilla, compartiendo la gloria en tu escudo, orgullo del fútbol de nuestra ciudad…'.
Sin duda, un momento que todas las retinas futbolísticas atesorarán en la víspera de un encuentro definirá al nuevo campeón de la Europa League. Los himnos serán la antesala de un envite en el que el Sevilla FC puede agrandar su leyenda continental.