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Los diez momentos clave de Unai Emery en el Sevilla FC

Basilio García

Este miércoles es el segundo día post Unai Emery en el Sevilla FC. Se marcha uno de los entrenadores más exitosos de la historia del club después de 1.260 días siendo oficialmente el técnico nervionense.

El de Fuenterrabía llegó a la capital hispalense para firmar en Nervión un 14 de enero de 2013 después de una experiencia fallida en el Spartak de Moscú. Eso sí, le avalaban éxitos en España con el Lorca, el Almería y el Valencia, éxitos pretéritos que superaría en su etapa sevillista.
Repasamos los diez momentos clave en los tres años y medio que fue entrenador del Sevilla.
 

A los dos días de su llegada se sentó en el banquillo sevillista por primera vez en La Romareda, para los cuartos de final de la Copa del Rey, empatando sin goles con el Zaragoza. En Liga debutó en Getafe con otro empate y posteriormente eliminó a los maños del Torneo del KO y venció al Granada en sus dos primeros partidos en Nervión.

Emery habla con Medel en la semifinal ante el Atlético de Madrid.

Su gran prueba de fuego llegó apenas diecisiete días después de haber firmado. Comenzaban las semifinales de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, al que aguantó en el Vicente Calderón firmando un 2-1 que daba opciones para la vuelta, que se jugaría casi un mes después. Con un Sánchez-Pizjuán a rebosar y deseoso de reverdecer laureles, los de Simeone se adelantaron rápidamente y Unai sufrió su primer gran varapalo como sevillista.
Restaban trece jornadas de Liga, en las que el Sevilla no consiguió remontar el vuelo y acabó noveno. El club decidió darle confianza al vasco y aprovechó las sanciones de la UEFA al Málaga y al Rayo Vallecano para disputar la Europa League después de un año de sequía europea.
 

Su primera temporada completa en el Sevilla, la 2013/14, comenzó muy pronto, pues el 1 de agosto jugó la primera de las dos previas de la Europa ante el Mladost Podgorica. Fue la primera piedra de su gran proyecto con la entidad nervionense. Esa temporada no comenzó bien en Liga, pues llegó a ser incluso colista. Se acababan de marchas hombres como Negredo, Kondogbia, Medel y Jesús Navas y los comienzos fueron poco alentadores. Sin embargo, el equipo remontó el vuelo en Liga y acabó quinto, llegando a tener opciones incluso de alcanzar la Champions League.
Pero fue en la Europa League donde el equipo lo dio todo. El Sevilla eliminó en los cruces al Maribor, al Real Betis en los penaltis, al Oporto y al Valencia con el mítico gol de M’Bia, para plantarse en la final y doblegar a un Benfica a priori superior que acabó sucumbiendo en los penaltis.

Unai Emery celebra su primera Europa League en Turín.

El Sevilla volvía a ganar un título cuatro años después y Unai Emery levantaba su primer trofeo como entrenador profesional, cumpliendo uno de sus grandes sueños. "Cuando llegué aquí le transmití a Del Nido que mi mayor objetivo era jugar la Champions con el Sevilla, pues tenía unas experiencias en las que ir a la Champions era lo máximo y ganar un título era un objetivo secundario. Entonces, Del Nido me preguntó si alguna vez había ganado algún título, si lo había celebrado... Y ahora entiendo por qué me lo decía", comentó el de Fuenterrabía tras darle su tercera Europa League al club nervionense.
 

Una vez más, el Sevilla tuvo que remodelar su plantilla después de ganar un título, especialmente por la marcha de Ivan Rakitic, que se marchó al FC Barcelona después de alzar la Europa League en Turín. Sin embargo, Emery demostró una vez más ser un entrenador camaleónico para firmar su mejor temporada en el equipo nervionense.

Los jugadores del Sevilla celebrando su victoria en la última jornada de la 2014/15.

Comenzó la Liga como un tiro, llegando a ser segundo en las jornadas ocho y nueve, y desde la segunda jornada estuvo en puestos de clasificación para Europa, luchando durante toda la temporada en un interesantísimo mano a mano por la Champions con el Valencia.
Finalmente, alcanzó el quinto puesto con 76 puntos, quedándose a uno de los che y a dos del Atlético de Madrid. Nunca el Sevilla había conseguido tal puntuación y tampoco un equipo se había quedado fuera del cuarto puesto con esas cifras. Sin embargo, pese a la gran temporada firmada, Emery no consiguió su objetivo inicial de meterse con la Champions en el Sevilla vía Liga.
 

Por segundo año consecutivo, el Sevilla FC alzó la Europa League, esta vez en Varsovia. Fue, sin duda, la mejor participación del equipo nervionense en la competición continental con Unai Emery al mando, pues en las eliminatorias se deshizo con solvencia de equipos de nivel.

Unai Emery, en la banda del Nadorowy Stadion.

Después de quedar segundo en el grupo, por detrás del Feyenoord, fueron cayendo uno a uno equipos como el Borussia Mönchengladbach, el Villarreal, el Zenit de San Petersburgo y la Fiorentina, hasta llegar a la final, en la que se midió y derrotó al Dnipro Dnipropetrovsk en el Nadorowy Stadium de Varsovia.
El doblete en la Europa League puso a Unai Emery en el mercado. Fueron muchos los equipos que se interesaron en él, llegando incluso a reunirse con el Nápoles en Madrid, aunque finalmente renovó con el Sevilla aunque en unas condiciones distintas a las pactadas anteriormente.

Unai Emery tuvo dos oportunidades para ganar la Supercopa de Europa, y en las dos jugó contra los gigantes españoles: el Real Madrid y el FC Barcelona.
En Cardiff tuvo poco que hacer en un mal partido, que dio como resultado una victoria fácil del Real Madrid por 2-0 en la que apenas tuvo contestación del cuadro sevillista.

Unai Emery, en la Supercopa de 2015.

También cayó, aunque de una manera muy diferente, en la edición de 2015. El Sevilla se medía al Barça en Tiflis y comenzó ganando con gol de Banega, los culés le dieron la vuelta al choque y llegaron a ponerse 4-1, pero los nervionenses tiraron de casta y forzaron una prórroga en la que Pedro –que poco después se marchó al Chelsea- marcó el gol definitivo para los catalanes.
 

Desde su llegada, a Emery le seducía la idea de jugar la Champions League con el Sevilla, algo que consiguió tras ganar la Europa League en Varsovia y convertirse en el primer equipo que accedía a la primera competición continental por esa vía.

Unai Emery, en una rueda de prensa de la Champions.

El Sevilla entró en el tercer bombo y el sorteo no fue nada benévolo, incluyéndole en el grupo de la muerte junto a la Juventus, el Manchester City y el Borussia Mönchengladbach, por lo que la clasificación para octavos era prácticamente una proeza.
Comenzó bien ganando a los alemanes, dio una pésima imagen en Turín y una muy buena en Manchester, donde perdió en el último suspiro. Tampoco hizo buenos partidos ante el City en Nervión y ante el Borussia en tierras germanas, quedando eliminado de la Champions a falta de una jornada. Llegó a la última con la opción de meterse en la Europa League y un gol de Llorente a su exequipo, la Juventus, fue la primera piedra para un nuevo título europeo.
 

La única forma que le quedaba al Sevilla de ganar la Europa League era llegando rebotado de la Champions League, y también se apuntó esa muesca en su revólver.
El Molde, el Basilea, el Athletic Club y el Shakhtar Donetsk fueron sus rivales en las eliminatorias, sufriendo especialmente ante los bilbaínos, a los que acabaron derrotando en los penaltis. Tras eliminar a los ucranianos se plantaron en una nueva final.

Emery celebra con Castro la quinta Europa League.

La de Basilea era, probablemente, su final de la competición más complicada al enfrentarse a todo un histórico como el Liverpool, y así se demostró en la primera mitad, en la que se vio a merced del conjunto inglés. Sin embargo, tras el descanso todo cambió y el Sevilla dio un recital con sus mejores minutos de la temporada, remontando y alzando la quinta Europa League de su historia.
 

Aunque ya había caído en las Supercopas de Europa de 2014 y 2015, su final más dolorosa fue la de la Copa del Rey de 2016. El Sevilla se metió en ella con un paso incuestionable por las eliminatorias, en las que ganó todos sus partidos y sólo recibió goles en la vuelta de las semifinales en Vigo. Cayeron por el camino el Logroñés, el Real Betis –con goleada incluida en el partido de vuelta-, el Mirandés y el Celta de Vigo, pero en la final le tocó el todopoderoso FC Barcelona.
Sin embargo, como sucedió en el primer partido oficial de la temporada –la Supercopa de Europa jugada en Tiflis-, al Barça le costó Dios y ayuda superar a los de Unai y el partido se decidió en la prórroga, quedando la sensación de que los andaluces no fueron capaces de aprovechar el jugar con superioridad numérica cerca de una hora.

Unai Emery, en su último partido como técnico sevillista.

Aunque nadie lo sabía entonces, fue su último partido como entrenador del Sevilla FC. Tampoco el mismo Emery dio pistas sobre su posible salida en la celebración de la Europa League, que tuvo lugar el día después, en la que habló con motivación sobre un proyecto Champions para el Sevilla.

En la celebración por la quinta Europa League, el mismo Emery no dio ninguna pista sobre su posible salida y, de hecho, dio toda la impresión de que seguiría un año más en Sevilla.

Emery, en la celebración de la quinta Europa League.

El vasco hizo un discurso en el que habló con una especial motivación sobre un proyecto Champions para el Sevilla. Se recordará siempre su anécdota con Snoopy y nada hacía prever que el por entonces exultante entrenador sevillista acabara dejando el club días después.

Pese a que tenía contrato y decía estar centrado en el Sevilla para la próxima temporada, a Unai Emery se le pasó por delante la oportunidad que llevaba buscando y, esta vez, no la ha dejado pasar.
El jeque Nasser Al-Khëlaifi, dueño del París Saint-Germain, se cansó de Laurent Blanc y de ganar ‘sólo’ la Ligue-1 y la Copa de Francia y decidió que los 22 millones de euros de finiquito no eran impedimento para destituir al entrenador galo. Su nuevo capricho era el entrenador tricampeón de la Europa League, uno de los técnicos de moda en el continente, y al que ve capacitado para pelear de verdad por ganar la Champions League, su obsesión desde que llegó al PSG.

Unai Emery, en su presentación con el PSG.

Las negociaciones se alargaron debido a los problemas para cerrar el finiquito del técnico, y pasaron más de dos semanas desde que Unai trasladara al Sevilla su decisión de marcharse y que su salida se hiciera oficial. Estos días han menoscabado su reputación en el sevillismo, aunque nadie discute que se marcha uno de los mejores de la historia.

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