Victoria gracias a una segunda mitad a contraestilo (0-1)
Son sólo esbozos de pretemporada, pero al Sevilla le queda trabajo por delante. Con la novedad de Gameiro en ataque, los de Sampaoli presionaron bien a la salida de pelota del contrario pero estuvieron desacertados al iniciar el ataque en varias ocasiones, sobre todo en la primera parte. En la segunda, con el cambio de sistema más a lo 'Emery', el Sevilla mejoró, dominó con claridad y se llevó el partido.
El Sevilla empezó pegando. Gameiro tuvo una clara e Iborra tuvo otra gracias al francés. Esa fue la aportación ofensiva del Sevilla durante la primera mitad. Es cierto que el centro del campo con N’zonzi, Iborra y Kranevitter no era el más creativo del mundo, pero la posesión que Sampaoli quiere imprimir brilló por su ausencia en la primera parte.
En contra, la defensa corre demasiados riesgos. Sacando el balón siempre en corto y con valentía en la colocación, se permite lo que pasó, ocasiones claras de Jairo por dos veces, y otra de John Córdoba que ganó bien la espalda a la defensa sevillista. El colombiano y el cántabro fueron los atacantes más activos del Mainz.
Así concluyó la primera mitad. En la segunda, la imagen del equipo cambió bastante. Aunque la primera opción de gol la tuvo el Mainz, el Sevilla empezó a llegar. Con Franco Vázquez en el campo y Correa en el banco, Gameiro mandó el balón al palo tras regatear al portero y en la acción siguiente, la pelota rechazada por la defensa le cayó a Escudero, que con una volea perfecta la puso imposible para el portero del conjunto alemán.
Pronto llegaron los cambios, Iborra, Konoplyanka y Coke dejaron su sitio a Vitolo, Sarabia y Mariano. Cambiando el esquema a un 4-2-3-1, una formación más familiar y reconocible, el Sevilla se hizo fuerte y dominó el partido y la preciada posesión. Vitolo es indiscutible, Kranevitter y N'Zonzi pueden formar una buena pareja en el centro y Franco Vázquez, con calidad, le dio pausa al partido. El argentino dejó de detalles de calidad. También Sarabia aportó continuidad en el encuentro y balance en la parcela ofensiva. El ex del Getafe y Escudero le brindaron a Gameiro dos ocasiones claras de gol. El francés no estuvo acertado durante el encuentro. A pesar de ello no se arrugó en ningún momento, ni su futura venta le frenó el ritmo. Al final del partido entró Diego González por Carriço. Minutos de fogueo para el chaval.
Victoria del Sevilla gracias a una segunda parte jugando más parecido a Emery que a Sampaoli. La presión es el mejor detalle a destacar. Por contra, los riesgos en defensa y la colocación alta de la misma necesita más trabajo. La idea de Sampaoli madurará, pero el Sevilla tiene buenos jugadores y si se asienta la idea, con matices, debe funcionar.
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