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Sevilla FC
1-2
Barcelona

Messi somete a un gran Sevilla

Los jugadores de Sevilla lamentan el segundo gol del Barcelona.
Álvaro Ramírez

Espectacular, vertiginoso, entretenido y celebrado partido el que ha perdido el Sevilla, un gran Sevilla, ante el Barcelona, el Barcelona del gran Messi. El conjunto sevillista, que sometió al Barça en la primera mitad y que bordó el fútbol en esos primeros 45 minutos, no pudo mantener ese nivel de juego, de presión y de fuerzas durante todo el partido, y eso, unido ante la emergencia de Messi en concreto y el Barça en general, acabó por declinar la balanza del lado culé. Fue un partidazo, con todas las letras, y fue un gran Sevilla, con todas las letras, pero una vez más echó en falta algo más de eficacia, algo más de remate y gol para aprovechar ese torrente futbolístico que derrocharon los de Sampaoli antes del descanso.

La derrota supone que los nervionenses pierdan plaza de Liga de Campeones, pero también es cierto que el Sevilla demuestra en partidos como este, a pesar de la derrota, que tiene un camino definido, decidido para buscar los resultados, y que ese camino es entretenido, es ofensivo y valiente. A veces algo inconsciente incluso, porque ese fútbol del Sevilla es a veces desmedido, como quizás fuera este domingo, desbordante en la primera mitad, pero justo, sobre todo físicamente, en la segunda. 
El Sevilla salió valiente, eficaz, preciso, fuerte. El Sevilla salió, en resumidas cuentas, de forma espectacular, se comió de hecho al Barcelona y en una pelea que difícilmente suele perder el conjunto azulgrana, con la pelota, en la batalla futbolística. El conjunto de Jorge Sampaoli superó en casi todos los aspectos al culé en la primera mitad, a pesar de que el resultado fuera de igualada al descanso. Lo superó en intensidad, lo superó en el centro del campo, lo superó en velocidad y lo superó en líneas generales en defensa.
La primer parte del Sevilla fue espectacular, superó al Barcelona en casi todos los aspectos, porque no lo logró en el marcador y eso lo acabaría pagando caro Las dos primeras acciones del partido, apenas en un intercambio de segundos, ya trasladaban un mensaje claro de lo que iba el partido. Vietto remató a apenas segundos de comenzar el partido, y luego Luis Suárez obligó a Sergio Rico a evitar el tanto con una espectacular parada. Pero el Barça, siendo Barça, siendo el equipo con tanta calidad, estaba sometido al Sevilla, al ritmo del Sevilla y al juego del Sevilla, porque el centro del campo sevillista actuaba 'a lo Barça'. Nasri, Vitolo, Sarabia y el enorme N'Zonzi jugaban a la pelota, con confianza, con posesión, con profundidad, con calidad enorme. Hasta el punto de que, por momentos, abusó y maltrató al equipo catalán hasta la desesperación de Luis Enrique. En esos momentos de dulce del Sevilla, espectaculares por sí mismos y por la entidad del rival (hacía tiempo que no se veía sufrir tanto al Barça en la medular) cometió el pecado de no plasmar esa superioridad en el marcador. Vitolo había marcado el gol que premiaba al mejor Sevilla, pero el mismo canario, Vietto, Sarabia... los sevillistas no concretaron las muchas llegadas, las muchas jugadas, las muchas ocasiones de las que gozaron. Y claro, pasa lo que pasa, que de blaugrana juega un tal Messi, entre otros tales Neymar, Suárez, etc. Y tras una jugada del brasileño el argentino sacó del tarro de sus infinitas esencias un remate en la frontal que igualó un partido que vivió 45 minutos de blanco y rojo ante el posiblemente mejor equipo del mundo.
Y claro, el guion de un partido en el que no se saca ventaja ante el Barcelona cuando se es superior es de sobra conocido. La segunda parte arrancó con una evidente mejora culé, al tiempo que paralelamente el Sevilla bajaba más y más físicamente, aspecto que iba en aumento conforme el Barcelona gozaba de más posesión. El caso es que el conjunto de Luis Enrique volteó el juego sobre el campo y volteó el marcador. De hecho, antes de que Luis Suárez penalizara una pérdida de Carriço, hubo varias acciones en las que el conjunto catalán pudo adelantarse. El Sevilla intentaba dar respuesta a duras penas, pero le costaba un mundo, sobre todo porque ya no tenía capacidad de robo, ya no tenía capacidad física para agobiar al Barça y los cambios se hicieron esperar. Y esas condiciones de partido eran las propicias para que Messi, Neymar y compañía aumentaran su protagonismo. Ahí le faltó al Sevilla leer algo mejor el encuentro, afrontarlo de alguna forma alternativa a la de la primera parte, cuando acompañaba la posesión y la fuerza. 
Sergio Rico mantuvo con vida al Sevilla hasta el final en la segunda parte, en la que el Barcelona volteó el encuentro Con todo, el equipo de Sampaoli, aun habiendo perdido la iniciativa, seguía teniendo carácter y corazón, y eso le permitió disfrutar de alguna que otra ocasión. Sampaoli intentó insuflar soluciones y fuerzas desde el banquillo. Salió primero Ganso, y luego Iborra, por Vázquez y Nasri, dos que evidenciaron un claro bajón físico. Eso sirvió al menos para que el Sevilla siguiera en la pelea del partido, eso y las paradas de Sergio Rico, que salvó en dos ocasiones el tercer tanto.
No llegó ese tercer tanto, y el Sevilla lo intentó hasta el final, con alguna ocasión incluso y alguna reclamación arbitral, pero el marcador no se movió. El Barcelona fue más certero cuando fue mejor, y el conjunto de Sampaoli, que fue superior en la primera parte, echó de menos más pegada y más físico.
Le queda el consuelo al Sevilla de haber encontrado un camino, un camino para intentar llegar al éxito, a los resultados. No pudo ante el Barcelona este domingo, no pudo ante Messi este domingo, que creció hasta hacerse lo que es, uno de los mejores de la historia, si no el mejor.
 

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  1. Pepillo

    Que Messi es el mejor del mundo solo lo pone en duda el madridismo. Pero que hace lo que le sale de los coj... en el campo, y ya no hablo de fútbol, con la total impunidad de los árbitros, no lo duda ya nadie. La chulería que se marcó con la botita si lo hace otro jugador, tarda el árbitro 0,5 segundos en expulsarlo. Pero claro, es Messi. Eso y el descuento, que solo con los cambios son 3 min, si le sumamos la acción del susodicho, que tardó otros 3 min. ustedes me diran.

  2. Alvaro

    Este año visto lo visto, sin duda, con un delantero tipo Bacca.... cuidado! He dicho! Monchi funciona en Diciembre que vamos a disfrutar telaaaa!