La apasionante victoria in extremis del Sevilla FC ante el Real Madrid por 2-1 enloqueció a la afición rojiblanca. Una de las ya clásicas grandes noches de Nervión donde los seguidores rojiblancos jugaron un papel destacado, una vez más. El inicial tanto de Cristiano Ronaldo (desde el punto de penalti) quedó en anécdota. Sergio Ramos perforaba su propia portería para hacer el empate y en tiempo de prolongación el montenegrino Stevan Jovetic dinamitaba el Ramón Sánchez Pizjuán con el gol de la victoria. Un triunfo que comenzaba a gestarse horas antes coincidiendo con la salida de los jugadores del hotel de concentración.
Un corto trayecto inundado de colorido que se vivió como un auténtico infierno de color rojo. Una perspectiva motivadora que a buen seguro alentó la moral de los futbolistas de Jorge Sampaoli. La afición del Sevilla volvió a demostrar que nunca falla a los suyos.