Jorge Sampaoli es el entrenador de moda debido a lo que está haciendo con el Sevilla FC, al que mantiene vivo en la pelea por el título de Liga, y además consiguiendo récord históricos con una primera vuelta espectacular.
Por ello, es cada vez más demandado por los medios nacionales y en la madrugada del lunes al martes ha estado en El Transistor, de Onda Cero, donde ha hecho un repaso importante de su trayectoria y, sobre todo, de la actualidad sevillista.
Sampaoli explicó cómo se decidió por el Sevilla. “Habíamos decidido dejar la selección de Chile. Aparecieron ofertas de muchos lugares hasta que apareció un llamado de Monchi. Cuando vimos todas las posibilidades que teníamos, aun sabiendo que la vara estaba muy alta, nos entusiasmó mucho la idea”, comentó.
Además se refirió a su anecdótica llegada al Aeropuerto, donde no reconoció al director deportivo del Sevilla. “En esos momentos estábamos muy cerca del Chelsea, estuvimos muy cerca de otros proyectos, y cada vez que analizábamos la posibilidad laboral analizábamos jugadores, pero cuando bajé del aeropuerto no sabía quién era Monchi”, reconoció
En cuanto al futuro liguero del equipo nervionense, Sampaoli contestó con claridad a la pregunta de si el Sevilla puede luchar por ser campeón. “No es un espejismo, es una realidad. Vamos a luchar. Después si no contamos con las armas o no tenemos capacidades es otra cosa. Pero vamos a luchar”, dijo el entrenador, que tocó otros muchos temas.
Sus prioridades. “Soy una excepción. No he ganado tanto dinero en el fútbol, porque todo me costó mucho, arrancando desde abajo. No era mi prioridad. Mi prioridad era llegar y le doy valor a otras cosas. El dinero es muy bueno para que mi familia esté bien, pero no determina”.
Su sensación sobre Sevilla. “Una ciudad muy agradable, la gente del Sevilla y del Betis reconoce el grado de profesionalismo nuestro. La pasión… salgo a la cancha y la hinchada del Sevilla canta una canción de Callejeros cuando salimos –por fin va a decir la verdad el que escribe en los diarios-. Antes ya la cantaban, pero hay un montón de matices que son emocionantes en el Sevilla. El himno, la historia última, tratar de hacer algo diferente… es muy motivante”.
La lucha por la cabeza. “Tenía una ilusión terrible. Trasladar una idea de no someterse a un lugar específico entre el cuarto y el sexto y luchar más arriba, tratar de que esa rebeldía aparezca y que la ciudad y el hincha del Sevilla se acerque a nuestra idea. Tenemos la suerte de que, al menos por ahora, se haya dado”.
Convencer a los jugadores. “En el Sevilla hay futbolistas que han ganado cosas de otra manera y yo llevo un discurso totalmente opuesto, exigiéndole intentar ganar cosas que tengan que ver con el protagonismo. Hay que tratar de transmitir lo que uno siente. Mi discurso es sencillo, hay que ir a buscar, como fuimos a buscar a España en el Mundial. Indudablemente, como ganamos aquella Copa América contra Messi, Agüero, Di María… era imposible no hacerlo de manera rebelde. Para mi transmitirlo y contagiarlo no es difícil porque fue el mensaje de toda mi vida”.
El futuro próximo. “Ahora dar un paso más. Logramos instalar una idea y tenemos futbolistas que están intentando pasarlo bien y jugar de igual a igual contra cualquiera, tenemos que sumar cosas a la fundamentación de la idea para pelear esta segunda etapa de manera más fuerte”.
Sergio Ramos. “Siempre hablo de la diferencia. Estamos todo el tiempo diferenciándonos, ya no basta con los límites geográficos, hay episodios en la vida en las que uno toma decisiones equivocadas, pero de ahí a separarse como aquello que pasó en el campo no me gustó. Que alguien nacido en el club tuviera ese enfrentamiento no me cayó bien. Sergio Ramos estará orgulloso de haber nacido ahí y el sevillista estará orgulloso que Sergio Ramos haya vestido la camiseta del Sevilla”.
La violencia en el fútbol. “En Sudamérica es cien veces pro que acá. Es moneda corriente. Es lamentable porque muchas veces en Argentina los barras bravas manejan las instituciones, que es peor todavía. Lo que me ha tocado en Sevilla vivir es el apoyo popular. Lo de Sergio me sorprendió, pero lo que veo es que uno cuando escucha a la afición alentar nunca percibí otra cosa más que aliento”.
Rasgos de sus futbolistas. “Hay que contar con futbolistas con un rasgo de intencionalidad y calidad que uno requiere. Tenemos que salir jugando para terminar jugando bien. Eso tiene un costo. Cuando llegué al equipo se fueron futbolistas destacados y tuvieron que venir mucho y había que construir una idea con los futbolistas que venían. Todo se puede cristalizar de acuerdo al sentimiento que tengan los futbolistas. Uno no puede obligar al que no siente”.
Su idea desde el origen. “Sigo pensando igual que cuando dirigía en Casilda. No ha variado mucho. Mis miedos es no poder complacer a la gente que tiene una expectativa conmigo. Ahora es que el hincha del Sevilla siga con la ilusión latente, que no se le termine en tres domingos”.