Frenazo y atasco
El Sevilla se ha frenado. Este domingo y en la Liga. El conjunto nervionense no ha podido superar a un ordenado y defensivo Villarreal y pierde comba en la exigente pelea por la Liga, en la que el Barcelona ha tomado velocidad de crucero mientras que el Real Madrid queda a la espera de sus partidos aplazados. Esa pelea en lo más alto no permite fallos, ni permite tropiezos, aunque puedan ser hasta lógicos. Y eso que el Sevilla, a pesar de no tener su mejor día, tuvo oportunidades de sobra para adelantarse, sobre todo con un penalti fallado por Nasri en la segunda parte. Pero aparte de esa jugada decisiva no tuvo demasiadas ocasiones más, y cuando las tuvo, sobre todo una de Iborra, se estrelló con Sergio Asenjo, inmenso todo el partido.
Al Sevilla le costó. Encontró pocas vías de penetración, sobre todo en la segunda parte, donde estuvo más atascado en ataque. Es verdad que el equipo hispalense lo intentó de todas las maneras posibles, que siempre miró hacia arriba y que nunca bajó los brazos, pero también que salvo Nasri, que fue el mejor a pesar de fallar la pena máxima, no estuvieron muy iluminados los jugadores sevillistas, que tampoco tuvieron claridad en los metros finales y no anduvieron certeros. Eso, unido al buen entramado defensivo que montó el Villarreal, provocó que el partido siguiera inalterable de principio a fin, y que no hubiera goles, aunque algunas ocasiones tuvieron los dos equipos, también el Villarreal, dos bastante claras de Adrián.
La primera jugada del partido pudo marcar el resto del encuentro, pues Undiano no señaló un penalti y expulsión de Víctor Ruiz; luego, quizás por la conciencia, señaló uno menos claro en la segunda mitadEl Sevilla se armó de paciencia y de toque para afrontar el partido. Era la mañana de Nasri, de N'Zonzi, de Vitolo, era la mañana de la pelota y de la búsqueda de espacios donde no aparecían. No es el Villarreal el equipo menos goleado de toda la Primera división por casualidad, y en el Sánchez-Pizjuán demostró y puso sobre el césped sus mejores argumentos defensivos. Aún así, este Sevilla, tan seguro de sí mismo, con tantos recursos y tantos actores principales, se hizo con el partido e intentó romper las costuras bien trenzadas del conjunto de Escribá. Todo habría sido más sencillo, claro, si a los 40" Undiano Mallenco no se hubiera comido un penalti como una casa de Víctor Ruiz a Jovetic, un penalti que además habría significado la expulsión del jugador amarillo, atendiendo al criterio que Vicandi Garrido expuso hace una semana precisamente en el Espanyol-Sevilla cuando expulsó a Pareja en el primer minuto del partido.
No señaló nada Undiano y el partido no se vio alterado, por lo que el Sevilla siguió con su fútbol, sus fórmulas de ataque y sus recursos. A pesar de las buenas maneras defensivas del Villarreal, el conjunto de Sampaoli tuvo más de una oportunidad para adelantarse. Un remate de Ben Yedder de cabeza y uno de Vitolo en el área fueron los máximos exponentes ofensivos del Sevilla, que eso sí conforme pasaban los minutos encontraba menos vías de acceso a las inmediaciones de Asenjo.
Además, el Villarreal, aunque el Sevilla le exigía e incluso le apocaba, también sacó las garras a la contra en alguna ocasión, sobre todo en una clarísima oportunidad de Adrián, que afortunadamente para los sevillistas la echó fuera cuando más fácil lo tenía.
Sampaoli no estuvo esta vez tan fino con los cambios, y más por las elecciones, que también, por el orden y por el reajuste de las piezas dentro del campo El Sevilla, a través de la inventiva de Nasri con sus pases, a través del uno contra uno de Vitolo, el mando de N'Zonzi, y el dinamismo de Ben Yedder y Jovetic, no paraba en su empeño de hacer daño, aunque en los últimos minutos de la primera mitad anduvo más alejado del peligro.El rumbo del encuentro pudo cambiar de plano en la segunda mitad, porque el Sevilla tuvo la mejor oportunidad del encuentro en un penalti a Vitolo de mala conciencia de Undiano. Nasri lo falló y el partido no cambió el guión. Es más, en la segunda mitad, como en la primera, pudo de nuevo el Villarreal, por medio de Adrián, asestar su golpe, aunque también la tiró fuera.
El Sevilla no sabía como cambiar la dinámica del encuentro y tampoco Sampaoli, que estuvo menos fino con los cambios que de costumbre. Metió en el campo a Sarabia, Vietto e Iborra, pero la entrada del madrileño sacaba a Mariano y dejaba en el campo a un Mudo Vázquez que estuvo inoperante. Tampoco aportó Vietto. La realidad fue que no hubo alteración del choque con los cambios, más al contrario, pues el Sevilla hasta perdió impacto. El partido se fue agotando con una nueva oportunidad, de Iborra, en la que se volvió a lucir Asenjo.
Fue realmente ese remate del valenciano a maravilloso pase de Nasri la última oportunidad que se llevó a la boca el Sevilla. A partir de ahí, pocas ideas, pocos remates y algún susto a la contra del Villarreal.
No pudo superar el Sevilla al Villarreal y se atasca y se frena en la Liga tras la derrota ante el Espanyol. La pelea por la Liga es exigente y no permite casi frenazos. Y el Sevilla ha dado dos seguidos, y se ha atascado.
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