Es Noticia
Sevilla FC
1-1
CD Leganés

Cuando hay que hablar, calla

Vietto, N'Zonzi y Jovetic se lamentan por una ocasión perdida.
Álvaro Ramírez

Ha llegado el momento cumbre de la temporada, ha llegado el momento clave, el momento en el que los equipos tienen que crecer, tienen que dar el paso adelante y hacerse fuertes. Y en este momento decisivo, con la pelea por la Liga en todo lo alto, con el partido de vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones ante el Leicester a la vuelta de la esquina, resulta que el Sevilla ha dimitido de la competición, resulta que el Sevilla ha desaparecido, resulta que el Sevilla ha bajado su rendimiento de forma alarmante y resulta que el Sevilla no da la talla para los objetivos marcados. La distribución de minutos, el nivel de la segunda línea, las rotaciones, la prioridad de la Liga de Campeones, la falta de respeto a un equipo menor con un once temerario están pasando factura al conjunto de Sampaoli, que ante el Leganés ofreció una imagen absolutamente vulgar. Al menos pudo sacar un empate, al menos porque el equipo madrileño fue mejor y mereció ganar de hecho.

Como la tarde estaba veraniega, se pensarían el Sevilla y Sampaoli que lo que se jugaba era un partido de pretemporada. El equipo porque salió absolutamente amodorrado, recibiendo un gol en el minuto 2 en plena siesta de la línea defensiva y pudiendo encajar alguno más de forma clara en los minutos siguientes. Y Sampaoli porque pecó de temerario con su alineación absolutamente determinada por el Leicester y la Liga de Campeones. El técnico argentino dijo en la previa que quería centrarse en este encuentro pero sus decisiones marcaban otra dirección, legítima por otra parte, pues hay mucha historia en juego en Inglattera. El caso es que el once era irreconocible incluso para los propios jugadores, que perdieron sus referencias con la pelota sin N'Zonzi y Nasri y sin Iborra, que tampoco fue de la partida. 
La actitud con la que el Sevilla saltó al campo fue temeraria, y consecuencias tuvo; desde los jugadores, que salieron amodorrados, hasta Sampaoli, que puso una alineación 'B' que tuvo que corregir al descanso sin resultado
La primera parte en general del Sevilla fue desesperante. Apenas trenzó juego, abusó del pelotazo como no se recodaba en la última década y no hubo ni un futbolista que desequilibrara, salvo en contadas ocasiones Correa, que tuvo una oportunidad clara de cabeza por cierto. La elección de Montoya, que debutaba como titular, para ocupar puesto en el centro del campo tampoco es que diera demasiado resultado. Porque si bien es verdad que es dinámico, móvil, peleón, no tuvo destreza alguna en el control ni en la conducción, y eso condenó al Sevilla a perder incontables balones. Y como Kranevitter tampoco es que sea experto en la posesión, la cosa es que el Sevilla no encontró la pelota ni los jugadores que la saber mover. Apenas conectaba con los de arriba ni con las bandas. Y a todo esto el Leganés estaba perfectamente situado, utilizando para incomodar la 'vía Éibar' (ya la repitió el Alavés también, presión alta y defensa adelantada) que surtió gran efecto, porque nadie atrás acertó a sacar la pelota con sentido. Carriço no podía, Lenglet estuvo horrible en la orientación de sus pelotazos y Rami, el mejor de los de atrás, se la tenía que jugar solo.
Aún así, y por acciones de combinación fulgurantes, tuvo un par de oportunidades el Sevilla antes de que Jovetic y el Mudo se sacaran de la chistera el empate. Sobre todo una del argentino que marcó con el pecho finalmente en posición legal, aunque el tanto fuera anulado. 
Pese a todo, el Leganés fue mejor en la primera parte y en el partido, tuvo más ocasiones y por eso fue tan valioso el tanto del montenegrino tras magnífica pared con Vázquez en el minuto 42 de partido. Gran gol por la pared y por la forma de resolver en lance de Jovetic, de muchos quilates.
Sampaoli quiso cambiar la tendencia del encuentro con dos cambios en el descanso. Fuera Lenglet y Montoya, posiblemente los dos peores en la primera mitad, y dentro Vietto y N'Zonzi. El Sevilla cambió su fisonomía, pasó a jugar con cuatro defensas y tuvo un amago de control del partido tras la reanudación. Pero fue eso, amago. Porque apenas le duró unos minutos al conjunto nervionense. El Leganés no tardó en recuperarse y en pasar a controlar el partido, casi sin sufrir, aunque sin demasiadas ocasiones.
Los jugadores principales del Sevilla han perdido la chispa, físicamente han bajado enteros, están exprimidos, y la segunda línea no está aportado lo que debería en estos partidos que deberían quedar solventados con aportaciones de calidad
Pero era una cuestión más allá de lo táctico. El Sevilla, sus jugadores principales, los que ha utilizado durante la temporada Sampaoli para desnivelar, están romos, espesos, sin chispa. Le pasa a Mariano, le pasa a Vázquez, le pasa a N'Zonzi... Están exprimidos y sin aire, y la segunda línea de jugadores no mantiene el nivel tan alto. Correa, aunque estuvo activo, no desnivela. Vietto es inocuo, Kranevitter insuficiente para este espíritu y esta filosofía, y el Sevilla así se queda realmente limitado, vulgar, con algunos buenos futbolistas, eso sí. Y hasta el entrenador falla. Sus argumentos en la segunda mitad, colocar a Vietto en la banda, elegir al argentino y no a Ben Yedder, los minutos y minutos para Krannevitter tampoco ayudan a mejorar el rendimiento, más bien lo estancan, y la autocrítica debe venir también primero por él.
De hecho, viendo el encuentro ante el Leganés, el punto ante los pepineros fue bueno, porque realmente demostraron más los madrileños que los sevillistas, y merecieron incluso más.
Agotado, cansado, y pidiendo casi la hora con un empate ante un recién ascendido como el Leganés acabó el Sevilla el partido. El empate aleja ya casi definitivamente al equipo nervionense de la ambiciosa pelea por la Liga, una ilusión que se desvanece. Pero lo más preocupante son los síntomas que transmite el equipo hispalense. Más cuando tiene una eliminatoria decisiva a la vuelta de la esquina. El partido de Leicester aparece como el punto de inflexión del curso, para bien o para mal. Porque está claro que el Sevilla necesita más que nunca aire y fuerzas. Y si no vienen por piernas, quizás vengan por la moral.
 

Expandir v

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com

Escribir comentario 5 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. década prodigiosa

    ya, es que ahora mismo no sois nada

  2. Invitado

    Palangays, al menos nosotros no nos creemos lo que no somos, que es vuestro principal pecado.

  3. década prodigiosa

    lo que hay que oír, el bueno es el entrenador de los 6 defensas y dos pivotes...... o quizás el equipo bueno es el Betis, ese equipo que lleva 12 años seguidos sin ganar a su máximo rival en su casa. Las únicas alegrías de esta temporada verdolagas, os las estáis llevando con el Sevilla , muy triste.

  4. Chao mao

    Esta gente se creían que iban a ganar la liga, ni terceros van a quedar robando puntos, sampaoli engaño de entrenador y ustedes del desmarque se os ve el plumero, página sevillista intentando hundir al betis con noticias de poca monta, nunca nos vais a hundir.

  5. Invitado

    No es que haya callado ahora, ya llevaba muchos partidos ganando sin merecerlo . La virgen se ha cansado de ayudar a esta banda.