La diferencia entre la mediocridad y la excelencia, a veces, es un solo paso, y ese lo dio el Sevilla FC justo hace once años. Apenas bastó un instante, un golpeo de balón impecable y el cuero estrellándose con la red, para cambiar la historia de más de cuatro décadas de un club histórico pero condenado a triunfos de pacotilla.
Este jueves se cumplen exactamente once años desde que, otro jueves, Antonio Puerta metiera al equipo de toda su vida en la primera final continental de la historia. Corría el minuto 100 del partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA, precisamente en la temporada del Centenario, enfrente estaba un rival de lo más serio como el Schalke 04, en una contra un tanto trabada Jesús Navas vio al otro extremo sin marca, centró hacia el área y Puerta bautizó su bota como la Zurda de Diamantes con un chut impecable ante el que nada pudo hacer Rost.
Aquel tanto cambió el devenir del Sevilla y fue el punto de partida de la mejor época del club, que se ha saldado desde entonces con cinco Copas de la UEFA-Europa League, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España. Para celebrarlo, además, se produjo en un día tan especial como el Jueves de Feria, que en lo sucesivo viviría otros capítulos de alegría sevillista propagada por el Real.
Ningún sevillista olvidará nunca ese gol de Puerta del Jueves de Feria, del que precisamente este jueves se cumplen once años.