Hace tres años el sevillismo vivía un noche mágica cuando todo parecía que estaba perdido. Era la vuelta de las semifinales de la Europa League entre el Valencia y el Sevilla y los de Emery llegaban con un 2-0 de la ida, un resultado más que digno para plantarse en Turín sin muchos apuros.
Sin embargo, el choque se complicó desde el inicio y el Sevilla no fue ni la sombra de lo que venía demostrando en ese final de campeonato. Los goles de Feghouli, Jonas y Mathieu ponían al cuadro che en la final después de cuajar un gran partido.
No obstante, en el fútbol el final sólo llega cuando pita el árbitro y eso Stephan M'Bia lo sabía. Cuando todo parecía que estaba acabado, cuando todo indicaba que el Sevilla se quedaría con la miel en los labios, un cabezazo poderoso del camerunés metía en la final de Turín al Sevilla en el minuto 93. Coke puso un saque de banda, Fazio peinó la pelota y M'Bia envió la pelota al fondo de las llamas. Golazo y el sevillismo no se lo podía creer.
Si hace unos días el gol de Puerta era conmemorado, el de M'Bia no debe quedarse atrás. Ese cabezazo del camerunés quedará para la historia. Después de siete años de sequía europea, el Sevilla volvía a una final continental.
Ninguno de los de la foto sigue en el Sevilla. Así es muy difícil.