Un mes de mayo de melancolía

Durante la última década, el Sevilla ha disfrutado cada día del mes de mayo con intensidad e ilusión. Las finales de la Europa League y de las Copas del Rey dejaron en la entidad un sabor magnífico. Ésa sensación no se repetirá en este 2017.

Aunque los títulos de 2006 y 2007 fueron abrieron la veda, estos tres últimos años en los que el Sevilla ha conseguido tres Europa League de manera consecutiva han vuelto a poner al equipo en el escaparate europeo. Las finales de Turín, Varsovia y Basilea quedarán para el recuerdo.
En 2017 no habrá viajes, no habrá aeropuertos, viajes interminables en autobús o combinaciones de todo tipo para seguir al Sevilla por Europa. En el año del salto a la Champions cuando se optaba a los cuartos de final, los de Sampaoli no estuvieron al nivel esperado y cayeron eliminados. Las aspiraciones de vivir una primavera de celebraciones quedará para 2018. Ése es el reto del Sevilla para la próxima temporada.
Es cierto que adquiriendo la cuarta plaza la entidad habrá conseguido el objetivo trazado a principio del curso. Es una obligación para el Sevilla estar cada año en la Liga de Campeones. Por prestigio deportivo y por motivos económicos. Sin embargo, es inevitable recordar los meses de mayo que el club ha vivido en la última etapa.