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Del llanto a la felicidad, 1.493 días después

Basilio García

Casi 1.500 días han pasado desde que aquel futbolista, patrimonio inmaterial del Sevilla FC, se despedía de su equipo de toda la vida para ‘jugársela’ a una carta. Jesús Navas se quería probar, y no por su calidad futbolística, sobrada e internacionalmente reconocida, sino por sus problemas de adaptación, y se marchó a la todopoderosa Premier League, para más inri al referente entre los millonarios recientes de las islas: el Manchester City.

Con el Sevilla había logrado casi todo lo lograble, y también con la selección española, pero le faltaba dar un paso más en su carrera. Con una madurez adquirida y en un momento bajo de la entidad nervionense, un 2 de julio de 2013 se despidió entre lágrimas en Nervión del club en el que se había formado. Aquella despedida fue en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el lugar donde más tiempo había pasado después de su casa, rodeado de los seis títulos que logró en su primera etapa y ante el monumento a Antonio Puerta.
Este miércoles, 2 de agosto de 2017, 1.493 días después, el palaciego ha cambiado las lágrimas por las sonrisas, el miedo a lo desconocido por el confort del hogar y las despedidas por los reencuentros. Y la Ciudad Deportiva por un Sánchez-Pizjuán en el que se han dado cita cerca de 14.000 personas, que ansiaban verlo con el dorsal de su amigo fallecido hace ya casi una década. El círculo se redondeaba.
Y todo ello rodeado de los suyos. Navas estuvo con su familia, que se mimetizó entre los periodistas para abarrotar una sala de prensa que en pocas ocasiones había vivido tal concurrencia, aderezada con la jovialidad de múltiples niños.
Entre las sillas que habitualmente ocupan los periodistas estaban su mujer, su hijo, muchos parientes –algunos con un tremendo parecido con el futbolista- y sobre todo mucha satisfacción. También estaba su excompañero Freddy Kanouté –cómo olvidar el gol que entre los dos fabricaron en Glasgow- y multitud de empleados del club que no se quisieron perder sus palabras.
Nada más comenzar la intervención del presidente José Castro para darle la bienvenida, uno de sus familiares se ha arrancado con un “ole”, prólogo para una rueda de prensa desenfadada en la que Navas demostró que sus cuatro temporadas en la Premier también le han servido para responder con poso las preguntas de la prensa, permitiéndose incluso tirar de un chascarrillo a la hora de ser cuestionado por las diferencias que ha encontrado a su regreso. “Hay hasta WiFi en la ciudad deportiva”, dijo provocando la carcajada de los presentes.
Acto seguido, el delirio. Volver a pisar el césped nervionense con la camiseta del Sevilla –lo hizo en la Champions con la del City hace dos temporadas-, la locura entre la afición, su hijo de la mano y la foto con los suyos. Algunos centenares incluso esperaron para verlo salir del estadio minutos después de que acabara la presentación, algo que finalmente hizo por la esquina de Gol Sur con Fondo subido en su coche y eludiendo a los que aguardaban para verle una vez más.
Lo que aquel julio de 2013 fueron lágrimas, este agosto es una gran felicidad. Y es que a veces no hay nada como regresar para valorar lo que se tenía. Ha vuelto el hijo pródigo, y el sevillismo ha dado su mejor bienvenida a Jesús Navas.
En nuestro Facebook puedes ver, íntegra, la presentación del futbolista:

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  1. Harto pan

    Bienvenido duende a esta tu casa de nervion, se cierra el círculo de nuevo para ver otra vez a ese rayo corriendo la banda derecha de la bombonera y además con el dorsal 16 para ke otra vez se consiga algo grande. Grande navas, gran ekipo, Forzá Sevilla campeón.