El Sevilla, y también la Roma, rindieron elevado homenaje a Antonio Puerta en su Trofeo con un partido competitivo, oficioso pero en gran porcentaje similar a oficial, que se acabó llevándose el equipo nervionense merced a un gol de Escudero y a una mayor fidelidad y fe en el triunfo y en la forma de lograrlo. El equipo de Berizzo tiene ya asimiladas varias ideas, y bonitas ideas: el protagonismo en el partido, la combinación y el control, aunque aún debe mejorar en la ejecución de las mismas y, sobre todo, en la concreción de ese plan en ocasiones y goles.
En todo caso, el Sevilla dio buena réplica a la Roma, que se mostró competitivo y que también tuvo sus momentos en el partido, en los que además pudo adelantarse. Entre Rico y el palo lo evitaron y Escudero desniveló el encuentro en una buena acción de Nolito, que mantuvo el buen nivel ofrecido por Correa hasta que se retiró por molestias y lo mejoró con un gol determinante al final del encuentro.
Con el partido de este jueves del Trofeo Antonio Puerta termina la pretemporada para el Sevilla. Y deja la pretemporada algunas cosas ya trabajadas, pero otras todavía en pleno desarrollo, sobre todo porque muchos jugadores llamados a ser importantes o están casi recién llegados (Kjaer, Navas) o aún están en desventaja por el casi mes de trabajo 'perdido' a las órdenes de Berizzo. El caso es que el Sevilla de hoy es todavía muy Sevilla de ayer, o de la pasada temporada, y quizás por eso Berizzo saliera al campo ante la Roma con 10 jugadores de la pasada campaña más Banega, que es como si fuera uno más del equipo y casi ni se acordara uno que pasó el curso en el Inter.
La Roma rindió el mejor homenaje posible a Puerta compitiendo en el partido de forma notable, y con un buen Perotti tuvo sus momentos en el encuentro
Ese Sevilla más asentado tiene un plan buen definido, y eso sí que lo tienen asimilado los jugadores. Quiere ser protagonista en el partido, mandar con la pelota, y eso sirve buenos minutos de combinaciones y fútbol. Este Sevilla, eso sí, es menos temerario que con Sampaoli, es algo más disciplinado. Aunque concede espacios cuando toca en campo contrario y pierde la pelota, intenta mantener el dibujo, la posición. Quizás a eso obedezca que Berizzo a día de hoy apueste por una banda derecha más fuerte que bonita, con Mercado y Montoya, llamados a ser suplidos con los partidos por Corchia y Navas. Y quizás deba ser más pronto que tarde, porque si el Sevilla tiene toque, con Banega y Krohn Dehli, si controla los partidos con su juego en la medular, anda escaso de sorpresa arriba, de velocidad. Correa la aportó antes de que unas molestias lo sacaran del campo, pero ante un equipo competitivo y bien asentado como la Roma, con una defensa bien conformada ya por Monchi, no bastaba con eso.
Por ello, el Sevilla sufrió una propia evolución durante la primera parte, de controlar el partido y generar ocasiones, a controlar el partido sin ocasiones, a dejar de controlar el partido y conceder ocasiones debido a algunas pérdidas continuas. Sergio Rico frustró los intentos continuados de un Perotti que posiblemente atraviese los mejores años de su carrera.
Con los cambios y el descanso llegó una segunda parte en la que ya estaban Nolito (desde el minuto 30), Muriel y Kjaer en el campo. Tras un inicio fulgurante de la Roma, con acoso y palo incluido, el Sevilla de nuevo se rehízo y tomó la iniciativa. Puede que influyera la dosis de ánimos que insufló la afición al equipo y al Navas mismo con el regreso del 'duende' del Sánchez Pizjuán. Tremenda ovación para el mejor portador posible del '16' de Puerta en su noche.
Nolito dio profundidad a la banda izquierda y asistió a Escudero y luego marcó su gol, marca de la casa, tras mucho intentarlo
Pero aunque la banda derecha tomó un nuevo cariz, también con más llegada, la decisiva fue la izquierda, con la sociedad de nueva creación Escudero-Nolito. Ya se habían asociado en varias ocasiones antes de que bien entrada ya la segunda mitad el de Sanlúcar viera al vallisoletano en un pase en el área para que el lateral marcara el 1-0. Fue el lateral el que abriera la lata y delatara la debilidad de la Roma, que ataba en corto los atacantes más fijos, como el mismo Muriel, como al mismo Banega, al que le intentaron poner coto durante todo el partido, pero que sufría algo más con las incorporaciones en segunda línea. Por eso los laterales y N'Zonzi, que se liberó con la entrada en el campo de Pizarro, dieron algo más de profundidad al Sevilla en esta segunda parte.
Terminó el partido con una nueva demostración de Nolito, que tras intentar en varias ocasiones la misma jugada, la coronó en el minuto 90 con una acción individual y el segundo gol sevillista. Aún hubo tiempo para la emoción con el gol de Dzeko, en el minuto 92. Pero no hubo más tantos y se confirmó la victoria por la mínima. Como el Sevilla, que da la impresión de haber alcanzado en el cierre de la pretemporada unos mínimos. De competitividad, de juego, de defensa y de eficacia. Unos mínimos que deberá ir mejorando poco a poco. Pero parece al menos ofrecer nivel suficiente para afrontar la previa de la Liga de Campeones a partir del próximo miércoles.
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