¡Y Maradona fichó por el Sevilla!

El Sevilla ha hecho grande su historia con el paso de los años y sobre todo por hacer una gran gesta: lograr cinco Ligas Europa. Pero en esas hazañas al alcance de muy pocos habría que unirle un acontecimiento que cambió la imagen de la entidad en el exterior. Ahora se cumplen 25 años y no se olvidará en la vida de los sevillistas. Porque un 23 de septiembre de 1992, el año en el que Sevilla se dio a conocer aún más al mundo con la Exposición Universal, aterrizó en la capital andaluza el mejor jugador del universo: Diego Armando Maradona.

El astro argentino llegó en loor de multitudes después de unas negociaciones de infarto. Luis Cuervas, por entonces presidente del Sevilla, tuvo que cerrar su fichaje en la mismísima sede de la FIFA en Zúrich, ya que Conrado Ferlaino, su homólogo en el Nápoles, fue un duro negociador. 7,5 millones de dólares de la época tuvieron la culpa para que el dirigente napolitano cambiara de opinión.
El momento del sí definitivo llevó a Maradona a dar una gran fiesta en el hotel donde se alojaba junto a su familia, ya en Sevilla, a la espera de vestir por primera vez la camiseta de su nuevo equipo. Cuervas, ayudado por un principante José María del Nido, tocó la gloria con el fichaje e ilusionó a una afición que por unos meses vivió en una nube. Tener a Maradona en tus filas era mucho más que un premio gordo.
Y llegó el debut de Maradona, en un amistoso ante el Bayern de Múnich. Después jugó su primer partido oficial en San Mamés ante el Athletic, donde Maradona fue Maradona: el 10 a la espalda y el brazalete de capitán. Pero donde de verdad dijo aquí estoy yo y soy el mejor fue en el primer choque en casa de la Liga: 2-1 ante el Zaragoza con un gol decisivo. Aquel Sevilla de Carlos Bilardo y Diego Simeone ya tenía al mejor genio posible en su vestuario.