Quizás el primer gran fichaje mediático del Sevilla FC fue el de Rinat Dassaev. El portero soviético arribó a la capital hispalense en noviembre de 1988, apenas unos meses después de haberse convertido en subcampeón de la Eurocopa con la Unión Soviética, y más de 3.000 personas fueron a esperarle al Aeropuerto de San Pablo.
A sus espaldas llevaba dos mundiales –jugaría uno más en 1990- y la consideración de mejor portero del mundo, lo que hizo despertar la ilusión de un sevillismo que, entonces, no estaba tan acostumbrado a ganar, ganar y ganar como en la historia más reciente.
El mundo en 1988 era otro totalmente distinto. Aún no había caído el Telón de Acero y el portero se convirtió en el primer futbolista al que la URSS dejó atravesarlo. A cambio, el Sevilla pagó 200 millones de pesetas a una empresa propiedad del estado, que era la que gestionaba al Spartak de Moscú.
Precisamente, en el rival que tiene este martes el equipo nervionense en la Liga de Campeones cuajó su laureada carrera deportiva Dassaev. Fichó por el Spartak en 1978, y hasta su marcha al Sevilla ganó cinco ligas soviéticas y fue otras tantas veces elegido el mejor portero de la competición.
El meta estuvo dos temporadas en Nervión pese a que los médicos del club detectaron problemas en su rodilla en el reconocimiento médico, aunque ya no podían echarse atrás. Acabó disputando 59 partidos en los que recibió 68 goles, llegando a dejar la portería a cero en 18 ocasiones. Nada más llegar le quitó la titularidad a Fernando Peralta y en su segunda temporada el equipo se metió en Europa, pero ahí acabaría su etapa en el Sevilla y también su carrera deportiva.
Tras su retirada, el de Astrakhan se quedó en España y, de hecho, formó parte años después del cuerpo técnico de Luis Aragonés, como entrenador de porteros. Tuvo una tienda de deportes en la capital hispalense y forman parte de la leyenda de la ciudad las dos veces –él dice que fue sólo una- que cayó con el coche en el foso del edificio del Rectorado. Hoy, a sus 60 años el exguardameta es el entrenador de porteros del filial del equipo moscovita. El de este martes será un día que guardará en el recuerdo Dassaev.