La explosión que falta por llegar

A pocas horas de que el Sevilla juegue su tercer partido en la fase de grupos de la Liga de Campeones ante el Spartak de Moscú, algunas dudas sobrevuelan al equipo y al entrenador. La última derrota frente al Athletic de Bilbao y sobre todo, la mala segunda parte, han puesto sobre la mesa las carencias de un grupo que se venían viendo desde el principio. 

Que las rotaciones afectan es una obviedad. Hasta el propio entrenador lo reconoció en la rueda de prensa del pasado jueves. Berizzo asume que las rotaciones intervienen en la falta de continuidad del juego, pero prefiere eso y tener un equipo fuerte en el mes de marzo cuando se juegan las cosas importantes. Está por ver si la estrategia le funciona a Berizzo. Sólo los resultados permitirán comprobar si el técnico estaba en lo cierto. 
No obstante, el potencial del Sevilla no se ha visto en su totalidad. El equipo no anda bien por el bajo o mejorable rendimiento de muchas de sus figuras. Muriel no está al cien por cien y en la misma situación se encuentran Navas, Banega, Nolito y N'Zonzi. Si a esto se le suma que Franco Vázquez, Pizarro, Correa y los centrales entran y salen del once por distintos motivos, resulta complicado afianzar una idea. ¿Es todo responsabilidad de las rotaciones?. Bueno, se puede rotar y estar buen nivel, no tiene por qué. Sin embargo, es un riesgo que Berizzo está dispuesto a asumir.
Así las cosas, lo que está claro es que el Sevilla tiene cinco futbolistas llamados a marcar las diferencias que todavía no han llegado a su mejor rendimiento. La explosión debe producirse con el paso de los encuentros. No obstante, lo que también le preocupa al aficionado es la idea de juego del entrenador. Todavía no se consigue identificar perfectamente el estilo de fútbol que quiere Berizzo. El equipo ataca sin profundidad, es intermitente durante los partidos y defiende bien, aunque ante los buenos equipos ha recibido goles (dos contra el Liverpool, dos frente al Atlético de Madrid y uno ante el Athletic de Bilbao).
Contra el Spartak, el Sevilla tiene una nueva oportunidad de mostrar una buena versión en la Liga de Campeones. De momento, es quinto en Liga y primero en la fase de grupos de la Champions. Mientras los buenos jugadores explotan, la paciencia es buena consejera.