El Sevilla se tomó un quitapenas. Una de esas copas espirituosas futbolísticas en la que se ha convertido esta insufrible competición en las primeras rondas. El partido de Cartagena era un trámite, porque en esta eliminatoria casi se convierte en imposible la sorpresa, aún cuando llegara el Sevilla al Cartagonova en depresión, triste, desconfiado por la última 'semana horribilis'. Al menos rompió el equipo de Berizzo la racha de derrotas, tres consecutivas, y de salidas, esta era la cuarta a domicilio seguida. Venció el conjunto nervionense de forma clara, 0-3, y encarrila la eliminatoria, que se resolverá en cinco semanas. Al fin y al cabo la Copa es otra competición, otra aspiración, otra ilusión, y hay que ir solventando trámites mientras así lo sean, para llegar, es de esperar, a grandes momentos. Para eso el Sevilla es un equipo netamente copero en el siglo XXI.
El partido no fue nada del otro mundo, y sirvió para lo que tenía que servir. Romper la mala racha, ganar y que algunos jugadores mostraran algo más de lo que han demostrado hasta el momento. También sirvió para que los nada habituales tuvieran minutos (Geis, Lasso...), y para que las rotaciones siguieran su curso.
De un partido en el que solo cabía un signo, la victoria, y en el que solo cabía una actitud, la predisposición, el Sevilla y el sevillismo debe hacer el intento de extraer cosas buenas. Porque para extraer cosas malas ha habido una semana en la que han aflorado por doquier. Y porque el Cartagena no es rival para sacar colores al equipo de Berizzo, aunque en la primera parte incluso tuvo alguna contra que hizo aparecer brevemente algún fantasma de Valencia o Moscú. Pero no llegó a más.
El Sevilla encarriló la eliminatoria con un resultado cómodo, con Ganso, Sarabia y Correa como jugadores más destacados
Los jugadores sevillistas pusieron las ganas necesarias en un partido de esta dimensión, de este desequilibrio, para al menos encarrilar pronto la eliminatoria. Sarabia fue uno de ellos, de los que se reivindicó. Lo hizo con un bonito gol, pero también con participación y actividad. Fue el que hizo el 0-1 con una bonita vaselina. El autor del 0-2, Correa, fue otro de los activos, de los más destacados. Tras dos o tres carreras sorteando a rivales, tras varias paredes con Ganso, logró un sutil gol con toque acertado en el área. Al menos el argentino tuvo a bien protagonizar acciones entretenidas.
Aparte de los goleadores de la primera mitad, Geis se mantuvo digno como central, Carole tuvo bastante llegada pero poca precisión y Borja Lasso y Korhn Dehli dominaron la zona ancha pero casi por inercia, tampoco es que fueran realmente trascendentales en el partido.
En la segunda mitad Berizzo dio entrada a Muriel, para repartir los minutos y la confianza. Si Ben Yedder no logró marcar en la primera mitad, Muriel lo hizo casi a las primeras de cambio en una jugada originada en otra espuela de Ganso, que dio un auténtico repertorio durante el partido, de hecho dos goles se originaron en la exquisitez del brasileño.
Pero a pesar del gol, Muriel no se mostró como 'killer', ni siquiera ante el Cartagena. Entre que intentó forzar un penalti, entre que falló dos goles cantados, más que ganar confianza quizá hasta la perdió, porque desde luego demostró que no está fino, en ningún sentido. Clamorosa ocasión fue la que mandó fuera con Ganso a su lado pidiéndosela.
El brasileño, que se gustó, acabó siendo casi el mejor de un partido que se agotó a la espera de la vuelta y a la espera, prácticamente y partido en Nervión mediante, de los octavos. Antes de esa batalla, el Sevilla tiene otras más importantes y perentorias que ganar. Empezando por el sábado.
Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com