El entrenador del Sevilla, Eduardo Berizzo, ha recibido muchas críticas tras los últimos resultados de su equipo. Aunque de cara al exterior se habla de una recuperación tras las victorias ante el Cartagena y el Leganés, lo cierto es que el punto de inflexión se verá este miércoles si los hispalenses consiguen cuajar un buen partido ante el Spartak de Moscú.
Durante la rueda de prensa previa al choque de Liga de Campeones, Berizzo ha reconocido que lo escucha y lee todo; las críticas y los elogios. Ha dado a entender que las rotaciones se van a frenar y que serán escogidas, pero por otro lado, sigue manteniendo la creencia en su trabajo cuando las cosas no salen bien.“Reafirmé mi idea de que, en el fútbol, es necesario ganar para vivir tranquilo, pero cuando no ganas tienes que ser perseverante en lo que piensas y mantenerte firme en tus ideas sin dejar de escuchar. Leo la crítica y el elogio. Cuando salen mal las cosas uno debe tener firmeza, esa firmeza acabará fortaleciendo al equipo”, apuntaba el argentino.
Sin embargo, desde esa fe a su idea inicial, parece que Berizzo ha visto que las rotaciones de manera cuadriculada no le vienen bien al equipo. "En cuanto el desgaste nos lo permita sí, encontramos una situación en el medio del campo que nos equilibra con Pizarro y Nzonzi, por sus cualidades físicas que llenan el centro del campo, y deja que corra por banda el equipo con libertad. La idea es darle continuidad al mayor número de jugadores. Creo que es el momento de seleccionar al mejor futbolista y al que esté más en forma", concluía el técnico.