Los hinchas del Spartak de Moscú no han tenido en cuenta que no podían entrar al Ramón Sánchez-Pizjuán por la sanción de la UEFA, y cerca de un millar se han desplazado para vivir en la capital hispalense el partido ante el Sevilla FC.
Desde el martes se han visto numerosos grupos de aficionados cerca de las taquillas tratando de adquirir entradas, que les han sido vetadas y que, de hecho, se agotaron el lunes.
Poco antes del encuentro, los hinchas –muchos de ellos vivieron en las gradas el partido de la Youth League- se han arremolinado en los aledaños del estadio buscando a la desesperada una localidad. Además, se han producido incidentes, con alguna pelea en zonas más alejadas, y cargas en las calles por las que se accede al estadio.
Junto a las taquillas, de hecho, ha habido incidentes que ha registrado ElDesmarque. Un manifestante de avanzada edad ha aparecido por la cena con una pancarta en inglés con consignas contra el presidente ruso: “Putin nos ataca a traición, usando a Trump y Puigdemont. El macho proseparatistas, a sus compis liquida y a Podemos en cal viva”.
Esa ha sido la cerilla que ha encendido el incendio en los alrededores del estadio. Después de que la Policía le aconsejase que se retirase, ha sido agredido por los ultras rusos y las fuerzas de seguridad no han tenido más remedio que cargar, viviéndose minutos de tensión en los aledaños del coliseo nervionense.
Durante el encuentro, cientos de estos aficionados que no han podido entrar en el estadio se han quedado en los aledaños del estadio, controlados siempre por la policía.