El Sevilla sigue preparando el choque del domingo ante el Villarreal con casi todos los efectivos disponibles, pero hay una duda metódica sobre la cabeza de Eduardo Berizzo. El técnico argentino quedó muy contento con la disposición del equipo sin el doble pivote. Y, además, se une las molestias físicas de Steven Nzonzi.
Con la salida del francés en el descanso ante el Liverpool, el Sevilla encontró un gran fútbol al ritmo de Banega y con la participación de Franco Vázquez, con Guido Pizarro como hombre escoba en la medular. Pero el sistema atacante del Villarreal hace pensar a Berizzo en mantener a dos jugadores fijos por delante de la defensa, para ayudar también a los centrales y frenar a Bakambu y Bacca.
La entrada de Vázquez dio más agilidad al ataque del Sevilla y Banega se siente muy cómodo como el líder espiritual del equipo, mucho más que cuando tiene a dos compañeros por detrás. En ataque Muriel entra en la pugna con Ben Yedder, que acabó bastante cansado en el choque europeo, con Correa y Sarabia por los extremos.