Los retos de Guilherme Arana
El Sevilla FC ha confirmado este viernes lo que era un secreto a voces y Guilherme Arana será el encargado de custodiar el flanco izquierdo de Nervión hasta 2022, a expensas de superar el pertinente reconocimiento médico. Durante su periplo en la capital andaluza, el carioca tendrá la complicada misión de demostrar su valía tras dar el siempre exigente salto a Europa y consolidarse en una de las posiciones más enquistadas del conjunto hispalense.
Tras una operación que ronda los 12 millones, la promesa brasileña se convertirá en el lateral zurdo más caro en la historia del club. Una plusvalía que le otorga la obligación de rendir y asentarse como una de las mayores apuestas de futuro del club. Con Fernando Navarro aún en el recuerdo, Trémoulinas, Escudero y Carole son los precursores del brasileño. Tres jugadores que costaron 20 millones a las arcas del club y que han dejado un sabor agridulce en la hinchada de Nervión, a excepción de los buenos minutos del ex del Getafe.
Curtido en defensa, habilidoso en el regate y decisivo en los disparos de larga distancia. Tres habilidades que lo asemejan, a pierna cambiada, a su compatriota Dani Alves, un espejo obligado en el que mirarse. Apenas 18 años le valieron al lateral para irrumpir con fuerza en el primer equipo del Corinthians, en dos cursos donde ha conquistado por partida doble el torneo liguero, además de un campeonato Paulista.
Una joven a la par que exitosa carrera que le deparará un importante reto nada más llegar a Nervión. Con la siempre cumplidora actuación de Escudero y el reciente descubrimiento de Carole, Arana tendrá que empezar de cero en mitad de la temporada, en busca de una titularidad que se le presupone adecuada para sus cualidades. Unas características que son idóneas en el estilo de Eduardo Berizzo, merced a sus constantes incorporaciones al ataque y que aportará un complemento notable al juego ofensivo.
Una calidad innegable que mantiene maravillado a toda Brasil, e ilusionado a la afición sevillista, y que tiene ante sí el mayor reto de su corta carrera: demostrar el por qué es el lateral más caro de la historia del club, asentarse en el once titular y nutrir de grandes tardes a la hinchada de Nervión.