La reacción del Sevilla FC con Vincenzo Montella ha tenido como escenario fundamental la Copa del Rey, pero en la Liga ha sufrido este fin de semana un parón con el empate cedido ante el Getafe CF en el último suspiro del encuentro.
Con este resultado, el equipo nervionense se queda a cinco puntos del cuarto puesto, actualmente ocupado por el Real Madrid, y a siete del Valencia, el equipo fijado como el máximo rival para entrar en la Liga de Campeones.
El principal problema para el Sevilla en la Liga es su poca continuidad. De hecho, ha ganado apenas uno de los últimos siete partidos, una cifra pírrica teniendo en cuenta sus aspiraciones.
Ni siquiera en el Ramón Sánchez-Pizjuán le está yendo bien al equipo nervionense, ya que suma tres partidos seguidos en Liga sin ganar ante su público –empates ante el Levante y el Getafe y derrota ante el Betis-, algo que ha sucedido muy pocas veces en la historia contemporánea de la entidad.
De hecho, de la última vez hace ya cuatro años. Entre enero y febrero de 2014, el Sevilla de Unai Emery cayó de forma consecutiva en casa ante el Levante y el Barcelona, rematando esa racha con un empate ante el Valencia. Después enlazó cinco victorias seguidas y no volvería a caer en casa hasta el tramo final de la temporada siguiente.
Si el Sevilla no fuera capaz de ganar al Girona dentro de dos semanas, igualaría una mala racha de cuatro partidos sin ganar en Nervión que se remonta a 2009. En aquella ocasión, el Málaga, el Valladolid, el Getafe y el Racing de Santander fueron capaces de puntuar en el coliseo de Eduardo Dato, con Manolo Jiménez de entrenador. Eso sí, esa temporada acabó siendo cuarto y ganando la Copa del Rey…