La polémica está servida en el Allianz Arena, con una máxima que reclamó el Sevilla. Corría el cuarto de hora de partido cuando Pablo Sarabia recogió el cuero en el balcón del área, se acomodó el esférico para la pierna buena y así disparar a portería en la que parecía una ocasión clara. Sin embargo, Boateng noqueó su disparo para desesperación del plantel rojiblanco.
Y es que el esférico salió repelido por el codo del central bávaro, que tenía levemente el brazo separado del cuerpo. Finalmente el colegiado William Collum no decretó nada punible, dejando servida la polémica.