El Sevilla cerró el viernes una de las peores semanas que se recuerdan en la historia reciente de la entidad. La derrota en la Copa del Rey terminó supuso uno de los primeros pasos que dinamitó el devenir de una temporada agridulce hasta la fecha y que tuvo medidas inmediatas, terminando de colmar el vaso con el desastre en el Ciutat de Valencia.
Pese a la destitución previa de Óscar Arias, la derrota frente al Levante concretó también el cese de Vincenzo Montella, que no ha logrado revertir la situación de un equipo que a expensas de tres jornadas para el final, aunque una más para los de Nervión, se mantiene fuera de Europa siete meses después.
Cabe remontarse hasta el mes de octubre para vislumbrar la última vez que el Sevilla acabó una jornada fuera de la séptima plaza. Allá por la novena fecha del campeonato, el conjunto dirigido por Berizzo obtuvo un duro correctivo en Mestalla frente al Valencia, con un 4-0 que dejaba al equipo excluido de puestos europeos.
Una derrota que hizo caer al equipo de la quinta plaza hasta la octava, siendo el Leganés, el Villarreal y el Real Betis los equipos que lo superaron en la clasificación. Ahora y a cuatro partidos del final de curso, Joaquín Caparrós tiene la exigente misión de revertir los resultados ofrecidos hasta la fecha, remontar el vuelo y clasificar al equipo para clasificación continental por sexto año consecutivo.