Sandro es uno de los nombres propios en el tramo final del Sevilla. Pese a no haber estrenado aún su casillero goleador con la entidad de Nervión, el canario ha logrado recuperar la confianza en sí mismo desde la llegada de Caparrós, obteniendo un rol más importante que el que tiene actualmente Luis Muriel. Una confianza que dista mucho de la que le otorgó Montella, contra el que ha cargado duramente.
"Con Montella no teníamos mucho protagonismo, estábamos a expensas de poder entrar cuando lo viera oportuno para poder demostrar que nosotros teníamos huevos. Cuando ha venido Joaquín se ha visto. Roque y yo, que éramos los que menos minutos teníamos, teníamos posibilidades para jugar. Puede ser que el primer partido, contra el Éibar, nos pasa factura. Pero esa pregunta habría que hacérsela a Montella cuando era entrenador. Nosotros entrenábamos fuerte para ayudar al equipo y desde la llegada de Joaquín se ha visto que teníamos huevos y podíamos competir", comentó en Radio Sevilla.
Precisamente el técnico italiano nunca llegó a verlo como un delantero centro nato, desplazándolo a una posición en la que no se encuentra cómodo: "Creo que todo el mundo opina lo mismo. Montella se empeñaba en ponerme en banda. Puedo jugar en banda pero no es el lugar donde me siento más cómodo. Contra la Real Sociedad y el Betis se vio que mis movimientos y mi forma de jugar es apropiada para jugar de nueve. Hay entrenadores que deciden poner dos puntas, Joaquín en este caso ha decidido ponerme en estos partidos a mi y estoy contento por estar disputando minutos".
Además, añadió: "Para mí ha sido un año un tanto difícil. En la Premier aprendí bastante, otra idea de juego. Está claro que uno piensa en volver a tener el nivel que tuve el año pasado. Está claro que cuando estaba Montella esa falta de confianza y creer en ti mismo a uno le pasa factura. Un jugador sin confianza es totalmente diferente pero ojalá pueda seguir aquí y recuperar el nivel. Hay que respetarlo y seguir con ello".
Por otro lado, reveló sus ganas de anotar su primer gol y la dificultad que supone acumular semanas sin hacerlo: "Es complicado. Día a día, ver que pasan los días y no abres la lata o el marcador se hace duro, es complicado. Hay que ser duro de cabeza, ver que lo he hecho siempre y sólo espero que cuando llegue el primero estoy seguro que será más fácil".