La segunda etapa de Joaquín Caparrós ha concluido con muchas noticias positivas. Más allá de la clasificación europea, el Sevilla logró recuperar la senda del triunfo, la tensión y el coraje que tanto había faltado semanas anteriores, reivindicar la valía de los menos habituales y también el gran hándicap de la temporada, el gol.
El equipo ha logrado ver portería en los cuatro encuentros que ha estado a las órdenes de Joaquín Caparrós, recuperando la pólvora goleadora que tanto ha privado al equipo a lo largo de la temporada. Un total de 7 dianas que acumulan 1.75 goles por partido, algo casi impensable hace meses.
De hecho, en estos cuatro partidos los de Caparrós han visto portería en más ocasiones que los últimos 8 encuentros, contando la vuelta continental frente al Bayern Múnich y la final copera. Con Berizzo el equipo anotó 1.17 goles por partido, por los 1.29 que el plantel logró con Montella.
Además el utrerano ha conseguido recuperar devolverle la confianza a Ben Yedder, que ha visto portería en los tres partidos que ha disputado. Un total de 3 goles que lo han consolidado como el máximo artillero del Sevilla en la competición doméstica y que refrenda la mejoría ofensiva de la entidad desde la llegada de Caparrós.