Hace ya dos meses que fue cesado como director deportivo del Sevilla FC y ahora, Óscar Arias ha roto su silencio y ha hecho una valoración de su temporada como máximo responsable de la planificación sevillista.
El onubense ha hablado en Marca, reapareciendo “no para contar mi verdad, sino decir lo que yo he vivido y darle valor a cosas que se han hecho, que creo que se han pasado casi por alto. Se han dicho cosas que no son justas”.
Lo que estaba claro es que la final de la Copa del Rey que el equipo perdió estrepitosamente ante el FC Barcelona habría supuesto un antes y un después fuera cual fuera el resultado para Arias. “Llevaba tiempo pensando qué hacer al final de la temporada. Me preguntas si me hubiesen cesado y te digo que si hubiésemos ganado la final de Copa me habría marchado. Lo tenía madurado porque ganando una final y vivir lo que se ha vivido en contra de mi persona creo que ha sido excesivo. De todos modos, lo más seguro es que me hubiese marchado en cualquier caso pero al perderla no hubo tiempo de ni pensarlo o plantearlo”, explica.
Arias, en todo caso, reconoce que el equipo ha fallado en innumerables ocasiones, como al valorar la temporada del equipo en las tres competiciones. “Con subidas y bajadas. De partidos memorables a otros injustificables. Resultados abultados que son dolorosos y afectan a la percepción por encima de la realidad”.
El exdirector deportivo tocó muchos más asuntos relacionados con su estancia en el Sevilla.
Las no rotaciones de Montella. “El entrenador creía en un bloque, que le dio rendimiento, y además en Italia se insiste en los mismos futbolistas, es otra cultura de ver la gestión de las plantillas. Podía haber gestionado mejor, pero es su responsabilidad y se sentía seguro con lo que le funcionaba porque no había podido trabajar con todos. Él, por ejemplo, no veía a Roque para jugar en lugar de Banega y N'Zonzi. Pensaba más en el año próximo, con una pretemporada y todos al mismo nivel competitivo. Quizás se equivocó él y nosotros”.
Un trabajo mirado con lupa. “Todo ha estado más supervisado, fiscalizado o tutelado. Me he sentido totalmente respaldado y apoyado por los profesionales de los que dispone el club, quiero que eso vaya por delante. La intención era estar más encima mía porque se sabía que la sustitución de Monchi iba a ser muy difícil. Cualquier cosa que ocurría se le daba una trascendencia importante. También mediáticamente. Se le está quintando valor a lo excepcional, como llegar a cuartos de final de la Champions o jugar una final de la Copa”.
Los halagos de Caparrós a la plantilla. “No me sorprende porque la plantilla la he hecho yo y sé lo que puede dar y el valor que tiene. Yo estoy muy tranquilo porque tengo el reconocimiento del mundo del fútbol, de los profesionales, de gente que veía la plantilla y nos decía que teníamos dos onces para competir con cualquiera. Un equipo que ha superado a Atlético y United a doble partido. Han pasado cosas difíciles de explicar porque estos no son matemáticas. Hace dos años con Unai estuvimos todo el año sin ganar fuera, algo extrañísimo y casi imposible que se pueda dar. Cosas del fútbol”.
La delantera. “Todos los jugadores, los nuevos y los viejos han estado por debajo de su nivel goleador. Sarabia, Correa, Mudo... No sólo Muriel, que la crítica decía que con 20 millones había que firmar un delantero de 30 goles. Por ese precio nadie te garantiza eso en el mercado. Todos sabemos que el valor de mercado de un jugador que acredita esos números está muy por encima de esa cifra. El Sevilla nunca ha firmado además así porque no puede o no es esa su forma de actuar. Es apostar por un jugador que pueda hacerlos en el Sevilla. Pero si el equipo el año que viene, con la misma plantilla, se quita la psicosis de este año y anota goles ¿decimos que es un equipo con gol? Hay muchos jugadores con gol que han estado por debajo de su nivel en esta faceta”.
Las goleadas sufridas. “Nos han matado los cinco o seis resultados abultados, que encendieron esa alarma en la opinión pública. Es un borrón importante en la trayectoria y un motivo para estar cabreados. Yo el primero. Sin esos resultados, aunque con derrotas, lo mismo la percepción era distinta, aunque el culpable estuviese ya señalado”.
Pablo Machín. “Un entrenador importante de uno de los equipos revelación de LaLiga Santander. Tiene muy claro cómo quiere jugar y ahora deberán adaptarle la plantilla a cómo ve él el fútbol, con las necesidades que conlleva o qué jugadores no le encajan”.
Caparrós, su relevo. “Ha sido un entrenador importante a nivel español y en esta segunda etapa ha realizado un gran trabajo para alcanzar el objetivo europeo. No lo conocemos en esta nueva faceta para él y le deseo la mejor de las suertes. Lo importante, como dijo Monchi, es que no se toque lo bueno que hay dentro de la estructura deportiva y su forma de funcionar, y no se deje en un segundo plano, cuando ha sido la piedra angular de este club. Y que al final no nos olvidemos que lo importante es tener una buena plantilla. Los que salen al verde son los que hacen grande o pequeño a un club. Pero de verdad que le vaya bien, de corazón”.