El Sevilla ha oficializado este martes la ejecución de la opción de compra de Roque Mesa, que se convierte así en el primer refuerzo de la entidad en este mercado estival. Un perfil que logró reivindicarse en el último tramo liguero y que se debe antojar como pieza clave en el nuevo proyecto de la entidad.
La llegada del mediocentro canario cumple así los deseos de la directiva, que llevaba suspirando por el jugador un par de años. Con 29 años, Roque Mesa está obligado a refrendar el por qué se pagan 10 millones por su fichaje y debe ser el ancla del nuevo sistema de Pablo Machín, similar al rol que han tenido Pere Pons o Granell en el Girona.
Una de las mayores cualidades del canario es su capacidad para reinventarse y adaptarse a los cambios. Pese a ser descubierto como mediocentro en un equipo de posesión como Las Palmas, su experiencia en la Premier e incluso en el propio Sevilla le ha enseñado a bajar al barro y desempeñar un perfil más defensivo.
En el juego posicional, que tanto gusta a Machín, ha demostrado ser un mediocentro completo, buscando entre líneas a los mediapuntas, siendo agresivo preciso y versátil. No obstante también es un jugador con motor incuestionable, ofensivo y vertical, dejando un amplio abanico de recursos.
Pese a que en la temporada pasada se presentaba como sustituto 'natural' de Banega, el canario ha demostrado no ser incompatible con el argentino y con Nzonzi, por lo que deberá dar un paso adelante y ahora sí convertirse en insustituible en este nuevo Sevilla de Machín.