El Sevilla FC sigue trabajando en la confección de un nuevo plantel de garantías, más tras las críticas recibidas en las últimas horas vista la imagen ofrecida por la entidad ante el Benfica. En dicho trabajo, el club ya cuenta con el mejor ejemplo para trabajar: Ibrahim Amadou.
El fichaje del mediocentro trajo consigo todo lo que la afición ansiaba: fuerza, un nombre desconocido y un precio -dentro de la inflación de mercado- lógico. Su rendimiento en el inicio de la pretemporada respondió a las expectativas y ante la petición de Pablo Machín de jugar en la línea de tres, Amadou ha respondido a la perfección.
Ante el Benfica su aportación fue vital. Ante los defectos que pudieron presentar Carriço y Nico Pareja, el ex de la Ligue 1 se dedicó tanto a 'tapar' huecos como a robar en líneas intermedias entre defensa y medio campo.
Con buen criterio, la salida de balón no fue problema para él y, aunque dejó los desplazamientos en largo a sus compañeros, también participó en la contención ayudando a Roque Mesa.
Ibrahim Amadou se ha convertido en el mejor ejemplo para seguir reforzando la plantilla: un nombre semi-desconocido, un gran rendimiento (al menos inicial) y una alegría para la afición. Su puesto como titular el jueves no se discute, Caparrós esperará que todos funcionen así.
Confiar en Caparros, no se puede fichar por esas cifras astronómicas, poco a poco. La burbuja de los fichajes se tiene que desinflar. Solo tenemos un escollo: pasar la primera eliminatoria de la Europa Ligue.