Pablo Machín se estrenó de manera oficial en el banquillo del Sánchez-Pizjuán frente al Újpest, en una cita donde los de Nervión dejaron encarrilada la eliminatoria y obtuvieron una importante goleada que permitió vislumbrar los primeros vestigios de lo que será el estilo de este nuevo Sevilla.
El del Újpest fue el primer encuentro oficial en el feudo nervionense en el que se pudo vislumbrar los destellos de este nuevo estilo, con un 5-2-2-1 con una defensa de tres, flanqueada por dos carrileros y con un doble pivote táctico por delante. El nuevo jefe de filas usó el sistema que tantos éxitos le ha dado en el Girona, con decisiones inusuales y forzadas como la de Escudero en el centro de la zaga o Franco Vázquez escoltando a Roque Mesa.
Un estilo que dista mucho de la reconversión que se ha intentado hacer en las últimas temporadas con Sampaoli o Berizzo y que mostró lo que el sevillismo quiere, juego directo, toque rápido, jugadas horizontales a las espaldas de la defensa y siempre con la mente puesta en buscar la portería contraria con celeridad. Y eso se vio nada más empezar, con un brillante pase de Roque Mesa a las espaldas de la defensa que recogió Jesús Navas para luego driblar a su par y anotar el primero. Machín en estado puro. De hecho en el tercer gol la historia fue calcada, siendo Pareja el que se la dio en carrera al palaciego para que este cediera a Sarabia y terminase siendo gol.
Otro de los principios básicos de este nuevo Sevilla es compaginar el ser protagonista sin demasiados riesgos, con el mediapunta viniendo a recibir (Nolito) y Roque Mesa ayudando a la transición. Otra de las señas inequívocas de identidad de Machín es la capacidad que tiene el equipo justo cuando empieza a defender, contando con cuatro medios enfocados en la parcela central para buscar una capacidad de reacción instantánea para presionar arriba que ya puso en aprietos a la zaga del Újpest, aunque el paso de los meses perfeccionará esta idea.
Otro de los elementos que se antojan imprescindibles en este Sevilla es la comunión existente entre Pablo Machín y Jesús Navas, estrella del equipo en el duelo ante el Újpest. El palaciego ocupó toda la banda en busca de tener más profundidad y fue un puñal por el flanco diestro, que además de meter el gol brindó una asistencia que dejó solo a Sarabia en el tercero. Si bien es cierto que al técnico le gusta un perfil de delantero referencia, Ben Yedder demostró que puede ser válido en este sistema, con movimientos que rompieron una y otra vez a la zaga rival, anotando un gol y 'regalándole' el último a Franco Vázquez.
También destacó entre otras noticias positivas el retorno a los terrenos de juego de Corchia, tras la lesión que le mantuvo alejado desde enero, la primera titularidad de Arana en el Sánchez-Pizjuán, los minutos de Borja Lasso y el debut de Pejiño. Un triunfo que deja la eliminatoria sentenciada y que permitirá a Pablo Machín poder realizar nuevas probaturas en el partido de vuelta, donde los menos habituales y los nuevos fichajes tendrán una buena opción para reivindicarse.