El Sevilla FC afronta este 2 de agosto su primer y atípico desplazamiento oficial de la temporada. No hizo los deberes en la pasada Liga, por lo que tiene que superar tres escollos antes de certificar su presencia en la fase de grupos de la Europa League y el Ujpest FC es el primero de ellos.
El envite lo dejó prácticamente solventado en la ida, en un choque en el que, a medio gas, evidenció que los rivales de estas fases previas son y tienen que ser muy inferiores en nivel al conjunto que ahora adiestra Pablo Machín.
Los húngaros dejaron poco más que intenciones en el Sánchez-Pizjuán, pero eso no debe ser suficiente para que el Sevilla salga airoso de un estadio pequeño que por caliente que pueda ser se trata de uno de esos escenarios que ya conocen históricamente los de Nervión.
Para el duelo de Budapest Machín ha ido recuperando nuevos efectivos de los que serán importantes para la temporada. Viajan los mundialistas Muriel y Mercado –ya cumplió su sanción- y el recién llegado Sergi Gómez, con muchas opciones de debutar. Además, Éver Banega, faro y guía de la medular, podría jugar sus primeros minutos en el nuevo proyecto sevillista.
El soriano tendrá que dejar a dos jugadores en la grada, presumiblemente el portero Juan Soriano y el canterano Marc Gual, que completó a última hora la expedición de 20 jugadores.
En el Ujpest lo abultado del resultado ha bajado los ánimos, pero los húngaros se agarran a la remontada que lograron en la ronda anterior ante el Netfçi, al que ganó por 4-0 tras perder 3-1 en Azerbaiyán. Evidentemente, la diferencia entre los azeríes y los nervionenses es sideral. Tendrá Vignjevic la baja de Pauljevic, expulsado en la ida, que probablemente sea suplido por Balasz.
A 2 de agosto, el Sevilla tendrá una opción de volver a aumentar su leyenda en la Europa League, donde no pierde una eliminatoria desde 2011. Hace cinco años el camino hacia Turín empezó en esta fecha. Ahora, la ruta hacia Bakú tiene como punto de partida Budapest, la hermosa ciudad centroeuropea que baña el Danubio y en el que el Sevilla debe poner, sí, otra vez, su pica continental.