Zalgiris y la 'utópica' lucha contra el fútbol moderno
Hablar de fútbol en Lituania supone contar la historia de un deporte semi-desconocido, menos practicado y desde luego, relegado a un segundo plano por el fervor que allí le profesan al baloncesto. Entre tanta 'oscuridad' futbolística, un equipo intenta luchar contra la osadía del fútbol moderno y ese no es otro que el Zalgiris FC, rival del Sevilla este jueves.
Mencionar al Zalgiris es recordar una trayectoria plagada de títulos. No obstante una historia que estaría marchitada o carecería de sentido sin la lucha que sus aficionados vienen haciendo año tras año. La crisis económica también golpeó al conjunto lituano y en 2008 su propio presidente fue arrestado por evasión de impuestos, lo que invitó a los aficionados a tomar las riendas del futuro de la entidad, refundando el club un año más tarde tras serle retirada la licencia para competir.
Tras más de una década a la estela de los ya desaparecidos FBK Kaunas y FK Ekranas, los aficionados consiguieron mantener a su equipo en la segunda división y ascender un año más tarde, para luego saborear la gloria de un nuevo título con la Copa conseguida en 2012, que supuso la antesala de 4 ligas seguidas, y actualmente es el equipo más laureado de la Lituania independiente, que organiza sus propios torneos desde 1990.
Deportivamente, el equipo se encuentra con la mente fijada en la liga, que volvió el pasado fin de semana tras el parón de julio (la liga se juega en año natural) aunque el Zalgiris no lo hizo, pues aplazó su duelo ante el Trakai y volverá este fin de semana ante el colista, el Lietava, en una competición donde se encuentra segundo y en busca del liderato, del que le separan 11 puntos aunque con dos partidos menos.
En cuanto el sistema de juego que presentará, su técnico Urbonas alterna el 4-2-3-1 con el 4-3-3, aunque previsiblemente será el primero el que se imponga. Una de las premisas principales es la capacidad defensiva, con Kilmavicuios y Mbodj en el centro de la zaga flanqueando a un doble pivote muy potente físicamente.
No obstante si por algo destaca es por su capacidad para aprovechar los goles anotados, con un tridente de ataque muy definido. Liviu Antal es sin duda alguna el jugador que más talento posee del equipo, con experiencia en clubes de nivel medio europeo y con capacidad para meterse por dentro desde el flanco diestro. Una calidad complementada con Marquinhos en el ala contraria, con capacidad con las dos piernas, y con el peligro que siempre genera a balón parado los 2 metros de Tomas Malec, que anota un gol cada dos partidos. No obstante también hay alternativas, como Nyuiadzi o el nigeriano Ogana. Potencia, zancada y un portento físico envidiable, las bazas de un ariete de 22 años que impresiona.
Pese a la entidad menor del rival, cabe destacar que el Zalgiris agudiza su peligro cuando juega fuera de casa, pues no sabe lo que es perder como visitante en el presente curso, decidiendo como visitante sus dos últimas eliminatorias con un empate y un triunfo a domicilio. Un total de 11 triunfos y 3 empates lejos del LFF Stadionas. Un estadio en el que habrá que tener especial cuidado a la vuelta, ya que carece de césped natural, algo a lo que no está acostumbrado el Sevilla.