El delantero rumano Raul Rusescu no dejó precisamente huella en su efímero paso por el Sevilla FC, donde jugó –muy poco- en la temporada 2013/14, aquella en la que el equipo de Nervión ganó su tercera Europa League. El futbolista, muy criticado por su aspecto físico, apenas jugó siete encuentros, cuatro de ellos precisamente en la citada competición continental, anotando tres goles en total.
Ahora, el delantero juega en el Steaua de Bucarest, y con la camiseta del equipo más grande de su país ha protagonizado una de las anécdotas más llamativas del panorama futbolístico internacional de las últimas semanas.
Durante el partido de vuelta del play off de la Europa League, entre el Rapid de Viena y el conjunto rumano, el entrenador del equipo austriaco, Goran Djuricin, le dio un papel a Martic, recién ingresado en el campo, para que se lo entregara a su capitán, Stefan Schwab, en pleno descuento del choque.
Sin embargo, el papel llegó a su destino, pero no el mensaje, ya que Rusescu –que había entrado tras el descanso- se lo arrebató de las manos al futbolista austriaco y lo tiró al césped, dando lugar a una imagen curiosísima. El Steaua buscaba la remontada en los últimos instantes y toda acción era buena para lograrlo.
Rusescu, exjugador del @SevillaFC, y cómo evitar que el entrenador rival dé nuevas instrucciones a sus jugadores. Sucedió en la eliminatoria de @EuropaLeague la pasada semana, aunque al Steaua no le sirvió de mucho... pic.twitter.com/N7s48jKEpD @eldesmarque_sfc
— Álvaro_Ramírez (@alvarillus) September 4, 2018
Esto no es nuevo en el fútbol, ya que José Mourinho ya lo hizo la pasada temporada en su Manchester United, con Bailly haciendo de mensajero hacia Matic, en una acción que también llamó mucho la atención más allá de las fronteras del Reino Unido.
La acción de Rusescu se ha hecho viral e inunda las redes sociales de todo el mundo, pero por desgracia para su equipo, no sirvió para que el Steaua remontara la eliminatoria, por lo que no estará en la fase de grupos de la Europa League.