Que el bache no se convierta en crisis
Hablar de un conato de crisis cuando sólo se han disputado cuatro jornadas de LaLiga Santander puede parecer excesivo. Pero es a lo que está condenado el Sevilla FC desde que subió ese escalón que le colocó en la élite del fútbol nacional y continental.
Precisamente en Europa es donde ha respirado un equipo que vive en un ambiente tenso desde que cayera en el derbi. Las esperanzadoras sensaciones del inicio de temporada se pusieron en cuestión en Heliópolis y la afición explotó con un muy mal partido ante el Getafe. Ya nadie se acuerda del espectacular debut liguero en Vallecas y lo cierto es que el Sevilla suma cuatro puntos en cuatro partidos y está decimocuarto. Es pronto, pero no gusta.
La goleada ante el Standard ha sido en cierto modo balsámica, pues aunque no le permite afrontar el partido de este domingo ante el Levante con total tranquilidad, al menos sí ha evitado un nuevo incendio en Nervión y supone el primer pasito hacia la primera recuperación que debe dibujar Pablo Machín. Sobre su figura gira el proyecto y, por vez primera desde que echó a rodar el balón allá por finales de julio, ha sido cuestionado.
La victoria, en todo caso, es incuestionable en un campo en el que el Levante aún no ha ganado pero que no es ni mucho menos sencillo. Que se lo pregunten a Montella. Y lo es más aún porque entre semana visita el Sánchez-Pizjuán el Real Madrid, con la dificultad que ello conlleva. Plantarse en Ipurúa la semana que viene con menos de siete puntos convertiría el bache en crisis en toda regla, pues ya en Nervión la frontera entre un concepto y otro es milimétrica.
Para este partido, el siguiente y unos pocos más, Machín tendrá que ingeniárselas para sortear la plaga de lesiones óseas que sufre. Esta cuestión le deja con pocas opciones en la defensa y en la medular. En la primera línea rotarán cuatro hombres para tres puestos. En la segunda ni siquiera tendrán esa suerte salvo invento y reconversión.
Así, en defensa puede ser el turno de Gnagnon junto a Kjaer y Sergi Gómez. Carriço está mejor que el galo, sin duda, pero jugó los 90 minutos el jueves y quizás sea mejor reservarlo para el miércoles. En el centro del campo no hay tu tía, Roque Mesa y Banega se van a hartar de jugar hasta que pase el próximo parón –o sean sancionados- y la única opción, la de retrasar a Franco Vázquez, parece poco probable.
En los carriles podría descansar Jesús Navas, dejando su sitio a Aleix Vidal. Arana es la única bala que tiene Machín para la izquierda, como se demostró ante el Getafe. Del brasileño empiezan a verse brotes verdes y la mejor manera de agarrar y crecer es seguir jugando. Arriba le toca a André Silva –la idea de salir con dos de inicio no convence mucho a Machín-, Sarabia volverá a ser titular y la gran duda es si Promes o Franco Vázquez repetirán en el once.
Enfrente estará uno de esos equipos que, sin paños calientes, no se le da nada bien al Sevilla. En Nervión o en Valencia, los partidos ante el Levante de la última época están plagados de decepciones. El de Paco López es un equipo bien armado, muy compacto que defiende muy bien… y a la hora de salir a la contra tiene al ‘Comandante’ Morales. Peligro puro y duro.