De un tiempo a esta parte, la media de la permanencia de los jugadores en un solo equipo ha disminuido considerablemente. El Sevilla FC es un gran ejemplo de esto, ya que cada verano su plantilla varía de forma ostensible, con jugadores que van y vienen en plena vorágine del mercado de fichajes.
Este verano, sin ir más lejos, han fichado por el club nervionense nueve jugadores, una cifra similar a los que han dejado de pertenecer a la disciplina sevillista.
Según los datos que CIES, el observatorio de fútbol internacional, ha publicado esta semana, el Sevilla es el 17º equipo que menos estabilidad tiene en su plantilla de entre todos los que componen las grandes ligas europeas –España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia-, un total de 98 escuadras.
La media de permanencia en la plantilla del equipo de Nervión es de apenas 1,25 años por jugador. Se trata de la quinta más baja de LaLiga Santander, igualado con el Getafe y el Real Valladolid. Sólo el Huesca, el Betis, el Rayo Vallecano y el Leganés tienen una tasa menor de permanencia en el equipo entre sus jugadores.
La media de permanencia en la plantilla del equipo de Nervión es de apenas 1,25 años por jugador, la quinta más baja de LaLiga Santander.
Para muestra un botón, pues únicamente queda en el plantel un superviviente de la Europa League que ganó el Sevilla en Turín en 2014, la primera de las tres consecutivas. Se trata de Daniel Carriço, que incluso ha adquirido un papel relevante en el equipo pese a que en un principio tenía muchísimas papeletas para acabar marchándose.
En el lado contrario de este ranking hay cuatro equipos españoles en los seis primeros puestos. El Real Madrid es el equipo más estable de Europa, con una media de 5,84 años por jugador. Le siguen el Barcelona, con 5,36; el Bayern Múnich, con 5,26; el Atlético de Madrid, con 4,17; el Tottenham, con 3,89; y el Athletic Club con 3,80.