Tomas Vaclik se ha convertido en uno de los mejores fichajes del Sevilla en el pasado mercado de verano.
El portero checo es uno de esos futbolistas que arrancan desde abajao sin hacer mucho ruido y que hacen del fútbol una profesión fuera de los focos mediáticos. Vaclik reconoce que llegar a un equipo como el Sevilla era uno de sus sueños. "Después de cuatro temporadas en Suiza pensaba que necesitaba un reto más importante. Nunca oculté de jugar en un club de las cinco grandes ligas europeas. Por ello, cuando recibí la oferta del Sevilla, un equipo destacado de LaLiga Santander y varias veces ganador de la Europa League. ¡¡No lo dudé ni un minuto", comenta Valick en su biografía.
Ahora afincado en España, el portero quiere adaptarse lo antes posible. "En mi casa hay libros de español en todos lados y hago todo lo posible para demostrarle a todo el mundo, y también a mi mismo, que formo parte de este club de élite".
Hasta llegar a una gran liga del Viejo Continente, Vaclik tuvo que empezar por lo más bajo. Con seis años sus padres lo llevaron por primera vez a un campo de fútbol. Pronto le fichó el Sparta de Praga procedente del Vitkorie y a partir de ahí llegó su gran salto, la Eurocopa sub 21.
"Ni siquiera tuve tiempo de celebrar el ascenso con el Vitkorie, cuando me llamaron para el reto más grande de mi carrera por aquel entonces. En la Euro queríamos el objetivo de pasar de grupo y no perdimos ni un partido. Desgraciadamente nuestros planes se vinieron abajo pronto. No planificamos bien el físico y salimos del torneo sin éxito", apuntaba Valclik.
Tras su paso por el Sparta de Praga y el Basilea, el checo ha encontrado en el Sevilla un club en el que rinde a las mil maravillas.
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