El entrenador del Sevilla, Pablo Machín, manifestó este sábado que el del domingo frente al Girona en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán será "un partido distinto" por su exitoso pasado en el club gerundense, pero pidió "diferenciar que por mucho cariño que le tenga" al club catalán, él se debe "al Sevilla".
Machín, en su comparecencia ante los periodistas tras el entrenamiento en la ciudad deportiva sevillista, se mostró "encantado de recibir amigos", si bien anunció su intención de "pelear por la victoria" frente a un rival al que encuentra "parecidos" con el que dirigía porque usa a "los mismos jugadores y el mismo sistema", ya que su sucesor, Eusebio Sacristán, "habrá intentado tomar todo lo bueno. Hay similitudes".
"El Girona tiene buenos jugadores. Les echo de menos, pero también por un vínculo personal. Estoy aquí gracias a ellos. Espero que mañana no estén afortunados pero que luego sí tengan la suerte que se merecen", añadió el preparador soriano.
El técnico lamentó no haber "tenido tiempo de saborear el logro, que era una responsabilidad", de superar la fase de grupos de la Liga Europa, porque "la inmediatez manda y ya hay que estar velando armas para jugar contra un buen equipo" que "hasta el otro día, y en el último minuto, no había perdido fuera".
Pablo Machín asume que va "a echar de menos al Mudo -el argentino Franco Vázquez-", sancionado por acumulación de amonestaciones, pues "es un gran jugador" que "da muchas soluciones en aspectos que la gente no ve como el balón parado o el juego aéreo", aunque dispone de "varias opciones para suplir esta baja" y la más probable es "colocar a Éver -el argentino Banega- como enlace".