El Sevilla abrió el marcador ante el Girona gracias a un gol de penalti de Éver Banega. El argentino, que había dado el p ase previo al penalti sobre André Sevilla, volvió a demostrar que es casi infalible desde los 11 metros. Gorka Iraizoz se tiró a la derecha y Banega mandó el balón a la izquierda.
Banega, flojo en la primera parte, estuvo espectacular en la segunda, sobre todo cuando se encontró con más huecos y menos presión del rival.