El reencuentro del técnico del Sevilla, Pablo Machín, con el Girona, al que dirigió las cinco últimas campañas, y el resquemor de los seguidores con sus dirigentes ante la posibilidad de la venta de club destacan en el preludio del partido que se disputa este domingo en el estadio Sánchez Pizjuán.
El preparador soriano se hizo cargo del Girona en el tramo final de la temporada 2013-14 con el equipo colista de Segunda División y logró mantenerlo en la categoría, pero desde ahí la progresión del conjunto catalán fue espectacular hasta que la pasada temporada jugó por primera vez en su historia en LaLiga Santander.
El buen ambiente entre Machín y la expedición gerundense contrasta con el malestar entre los aficionados sevillistas desde que en la junta general de accionistas del pasado lunes se destapó la hipotética venta de la entidad a un grupo inversor externo.
Ya el jueves, en el partido de la Liga Europa ante el Krasnodar ruso, los asistentes al Sánchez Pizjuán se manifestaron contra el consejo de administración, y este domingo sucedió igual, e incluso hubo una concentración previa al partido a las afueras del estadio en la que se repitieron cánticos y consignas en favor del equipo y de malestar con los dirigentes.
También sirvió esta cita para homenajear al portero checo Tomas Vaclik, contratado esta temporada por el Sevilla y que fue elegido como el mejor jugador del pasado mes en la LaLiga Santander, distinción que se la entregó el recordado guardameta internacional sevillista Francisco Ruiz Brenes 'Súper Paco'.