El Sevilla FC visita este sábado al SD Huesca, el colista de la categoría, en un partido marcado en rojo en el calendario sevillista para acabar con dos malas rachas: la de malos resultados en 2019 y la de cinco meses sin ganar en LaLiga lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán.
El 29 de septiembre llegó la última victoria liguera como visitante. Fue ante el Éibar en Ipurúa y con ella los de Pablo Machín conseguían su tercera victoria en la cuarta salida. Todo pintaba muy bien a domicilio, hasta que entró en barrena.
Desde entonces, el Sevilla suma nueve salidas consecutivas sin ganar, un total de cinco meses que se cumplen este viernes y en los que apenas ha conseguido cuatro empates. El sábado visita al equipo que menos puntos lleva en la clasificación, pero también el que menos ha puntuado como local, con solo dos victorias. Así, la ocasión es pintiparada para acabar de un plumazo con dos losas y comenzar a levantar la cabeza tras el bache.
El equipo de Nervión, además, empieza a ver en el horizonte un calendario más amable al de las últimas jornadas, por lo que el resurgir es posible tomando Huesca como punto de inflexión. De los campos grandes sólo le queda por visitar el Wanda Metropolitano, aunque la salida a Getafe también se antoja complicada.