El cese de Pablo Machín como entrenador del Sevilla es uno de los varapalos más importantes de la temporada del club. Después de un inicio sensacional, el técnico soriano no supo revertir la mala situación del equipo y la eliminación europea ante el Slavia fue su puntilla.
Tras la destitución, Caparrós tuvo que hacerse cargo de la plantilla aunque él no tenía muchas ganas. "Este año no. Desconecto muy pronto en mi vida. Si digo "hago esto", me olvido del resto. Cuando el club quiso cambiar de técnico le ofrecimos un informe con tres entrenadores que cumplían con el perfil que buscábamos, se lo dimos al Comité Ejecutivo, lo analizaron y ellos pensaron en mí. Y yo al Sevilla no le puedo decir que no, como si me hubieran dicho cualquier otro cargo", respondía Caparrós en una entrevista en ABC.
Por otro lado, el otrora director de fútbol reconoció que echar a Machín, una apuesta de la dirección deportiva, resulta ser un fracaso. "Totalmente, fue una desilusión. No con él, sino personal, porque cuesta mucho echar a un entrenador porque yo lo soy, siempre lo seré, y fue doloroso", reconocía el utrerano.