El Sevilla tiene un gran reto deportivo por delante hasta el final de la temporada, pero la vuelta de Monchi va a acelerar también movimientos de la planificación. Uno de los nombres que con un futuro incierto es Éver Banega, aunque se espera que en los próximos días cierre por fin su renovación.
El argentino, pieza clave en las últimas temporadas, acaba contrato el 30 de junio de 2020 y las negociaciones para seguir, al menos dos años, están muy avanzadas. Monchi no quiere alargar mucho el asunto y una vez se asiente de nuevo en el club de Nervión (1 de abril) acelerará este movimiento.
Banega lleva ya 45 partidos esta temporada y ahora con Joaquín Caparrós va a tener un rol diferente, en una posición diferente y no tanto como pivote por delante de la defensa. El centrocampista debe ser una pieza clave en la recta final de LaLiga para soñar con el cuarto puesto y otra temporada más en la Champions League.
Y tras Banega, sigue pendiente la renovación de Pablo Sarabia. Enquistado con Caparrós al frente de la dirección deportiva, ahora con Monchi podría haber cambios y dejar satisfechos a todas las partes.