El Sevilla recibe este jueves al Alavés, en una cita que puede ser decisiva de cara a final de curso. Un duelo cargado de rivalidad, pero también de polémica. Precisamente esta fue protagonista en el duelo de ida, con varias acciones que desataron el enfado de los de Pablo Machín.
Los sevillistas protestaron de forma airosa primer el gol de Jony, por un posible fuera de juego en el inicio de la jugada. Más tarde también reclamaron una mano de Duarte, que no decretó el colegiado.
En la primera acción, Calleri estaba más adelantado cuando un compañero golpeó el balón en la cabeza. En esa trayectoria, Sergi Gómez rozó la pelota y a partir de ahí entró en juego el delantero, que llegó a la línea de fondo y asistió para que Jony marcara ante Vaclik casi a placer.
Los futbolistas del Sevilla y el propio Machín no se podía creer que la jugada, con la actuación del VAR, no se anulase. Sarabia, en las protestas desde el banquillo, vio la tarjeta amarilla. Tanto el árbitro como el VAR entendieron que Sergi Gómez hizo por golpear el balón y así ya no estaba Calleri en fuera de juego. De haberlo hecho el central del Sevilla de forma involuntaria, sí hubiera sido fuera de juego.
Sobre la mano, el colegiado Sánchez Martínez vio involuntariedad en la acción de Duarte, tras golpear el balón con la mano un poco despegada del cuerpo y casi en la espalda.