Antonio Ramiro, 'Antoñito' no era un canterano más cuando formaba parte de la primera plantilla del Sevilla FC, era la punta de lanza del ejército que el comandante Joaquín Caparrós formaba en cada derbi ante el eterno rival.
Nadie mejor que el ‘Romario del Polígono’ sabe cómo vivía el técnico utrerano el partido de máxima rivalidad de la ciudad de Sevilla, y en las horas previas al que se jugará en Nervión el próximo sábado ha recordado aquellos momentos en una entrevista para ElDesmarque celebrada en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el lugar preferido de Caparrós… y de Antoñito.
- ¿Cómo eran esas horas previas con Caparrós antes de un derbi?
- Conmigo él intentaba que metiera a la gente, a la gente de fuera. Cuando llega el partido tú te metes, pero que vivieran la idiosincrasia de la ciudad. Yo ahí me implicaba mucho, a Daniel Alves y a todos me los llevaba a muchos sitios. Con Joaquín, a partir de que va faltando poco va metiendo el veneno a los jugadores diciendo cosas. Es muy sevillano, y eso hace que a los de casa nos meta mucho más, los de fuera no pillan mucho pero después sí. Caparrós daba el primer mensaje y los canteranos eran los que lo reforzábamos, y ellos entendían que era otra cosa, otro mundo. Muchos de ellos, y ahora pasará también, se implicaban igual o más que un canterano. Al final somos competitivas y competir con el máximo rival es lo que uno quiere.
- ¿Cómo recuerda su gol en el derbi de 2003? ¿Qué le dijo Caparrós cuando saltó al campo?
- Fue un partido… empezamos ganando, el Betis nos remonta, un buen Betis con muy buena plantilla. Fue un partido disputado en el que, cuando Joaquín me saca, me decía que viviera estos partidos como los vivía en el barrio, en la calle. Salía con mucha motivación. Después tenía la suerte de que en muchos derbis, tanto para lo bueno como para lo malo, influía. A Joaquín, a mí y al equipo le daba un plus de motivación. Tenía un arma conmigo, sabía que en el momento en que saliera cosas iban a pasar.
"Joaquín tenía un arma conmigo en los derbis, sabía que en el momento en el que saliera cosas iban a pasar"
- La mejor anécdota de Caparrós y el derbi...
- Caparrós era el entrenador que decía que el derbi hay que vivirlo desde que termina el partido anterior. Había que bajar a comprar el pan, el pescado… pero no que vayan las mujeres o mandar alguien, no. “Vais vosotros y escuchad, escuchad lo que os dicen”. Él quería que el futbolista escuchara lo que le decía la gente. El sevillista por la calle te dice “vamos, hay que ir a por el partido, hay que echarle tal”, y el bético te decía lo contrario. En ese aspecto, él hacía que el jugador viviera mucho el partido en la calle, aparte de en los entrenamientos. Que se diera una vueltecita y esa semana no se quedara en casa, que viviera Sevilla y en ese aspecto era importante para los jugadores que venían de fuera.
- ¿Quién es el futbolista clave ahora en el Sevilla?
Sé y me consta que Carriço es importante en el vestuario, una persona con muchos galones y que se implica. Creo que Juan Soriano, aunque lleva este año, también es el portero que se implica, canterano… Más que jugadores ahí tenemos a Carlos Marchena y Paco Gallardo, que son importantes para Caparrós, y también para la motivación de los futbolistas. Antonio Álvarez, el mismo Joaquín Caparrós y otra persona que acaba de aterrizar que es Monchi. En ese aspecto tenemos mucha garra y motivación en el vestuario. En estos partidos se juega con el corazón pero se gana con la cabeza. En ese aspecto hay que tener cuidado, porque con la extramotivación te suele pasar como en el partido de ida, que nos quedamos con uno menos. Hay que tener mucho corazón, pero también mucha cabeza.