Pablo Machín es pasado sevillista. El técnico soriano fue cesado allá por el mes de marzo, condenado por los malos resultados del equipo y la eliminación en la Europa League. Un hándicap que condenó su continuidad, aunque el propio entrenador no se arrepiente.
Así lo ha asegurado en una entrevista para El Mundo. Machín achaca esa decisión a una pizca de suerte que nunca se decantó de su lado: "Yo tenía muy claro que había hecho todo lo que estaba en mi mano. Para mí es muy importante tener la conciencia tranquila. Son situaciones del fútbol que a veces no dependen de ti mismo. Ya no digo el hecho de la destitución, sino el poder perder algún partido de la forma en que se perdió".
En esa línea, Machín pone ejemplos: "Me acuerdo en Huesca, pasamos de ganar a perder. En el último partido que dirigí al Sevilla, contra el Slavia de Praga, de tener una clasificación que hubieran denominado como épica, con una remontada después de tener muchísimos infortunios, en el último segundo volvimos a tener un contratiempo que no pudimos controlar. Y fue el detonante de que fuera la última vez allí".
Pese a esa serie de derrotas, el técnico no se arrepiente y volvería a repetir las mismas decisiones: "El 99% de las situaciones las volvería a repetir. Entre otras cosas porque lo que hice fue con la máxima implicación. Las cosas que dependen de mí, creo que las hice bien. Pero también debemos tener en cuenta que hay un rival que también quiere ganarte".
Por eso te echamos, tontolaba, porque no sabes hacer otra cosa...